Hong Kong

Siempre pensaba en China y me llamaba la atención el fenómeno político de Hong Kong. Un conjunto de pocas islas al sur de China, estratégicamente localizado, también conocido como el otro Gibraltar. Colonia inglesa por cientos de años, dominado por japoneses en la guerra, centro neurálgico en el comercio del opio, Hong Kong fue siempre disputado por ingleses y chinos, en manos de los primeros hasta 1997, hoy parte de los segundos, pero con cierta autonomía y diferencias en relación al resto de China. 

Hong Kong tiene una población de un poco más de 7 millones de habitantes, principalmente cantoneses, y una comunidad bastante importante de occidentales. Aporta más del 30% del foreign capital flow en China y tiene el sexto mayor PBI per cápita del mundo. Dividida en tres grandes regiones, Hong Kong, Kowloon y Nuevos Territorios, este país que acompaña su bandera a la bandera china, tiene su fuerte en el comercio internacional y en los negocios financieros. En época de colonia inglesa, Hong Kong se fortaleció como la principal competencia de Shanghai como plaza financiera. Hoy la gran mayoría de bancos y empresas multinacionales financieras están establecidas en la isla. 

Actualmente los hongkees tienen una relación muy importante con ¨mainland China¨, política y comercial, y a la vez mantienen un vínculo muy estrecho con los ingleses. Tienen su propio gobierno vinculado y elegido por chinos, su propia moneda (HK dólar), y su propio pasaporte. Los chinos no pueden ir a HK sin un visado, los hongkees sólo pueden entrar a China con un pase renovable cada 10 años. Hablan cantonés e inglés, y no siempre les simpatiza ser llamados de chinos, aunque políticamente sin duda lo son. Izan su bandera siempre junto con la China. 

 

¿Qué se ve en Hong Kong?

Edificios, edificios y más edificios!. Torres y rascacielos modernos que construyen un skyline realmente de película!. Un escenario de neons y colores que llaman la atención a cualquier turista que recién llega a la ciudad.

Tiendas, shoppings, hoteles, galerías, restaurantes y todas las marcas de lujo del mundo occidental. 

Una hermosa bahía colmada de barcos comerciales y de pasajeros.

Gente, gente y más gente!. Luego de mi estadía en Japón pensé que Hong Kong sería un respiro de multitudes… Pero no sólo me equivoqué, sino que también me llegó hasta incomodar. Tantos millones en una superficie ten pequeña, y especialmente concentrados en la ciudad que crece limitadamente y hacia arriba, transforma a Hong Kong en un hormiguero de personas que se desplazan de arriba a abajo, de lado a lado de las islas, y que inevitablemente acabas encontrando en todas partes. 

Existe una parte de Hong Kong un poco más libre de población y construcciones, pequeñas islas con algunos pueblecitos de pescadores, y la zona de nuevos territorios con algunas playas bonitas. 

Un aeropuerto gigantesco, escala obligada de todas las grandes aerolíneas del mundo. Nuevamente invasión de tiendas y marcas, gasto gasto y gasto…

 

 

 

 

 

 

Hong Kong: contrastes orientales y occidentales.

Llegué a Hong Kong con ganas de conocer este lugar oriental con condimento occidental. Sin duda la mayor atracción de este país para mí durante este viaje fue sentir esa mezcla de culturas. 

– Estar en Asia, pero rodeado de costumbres y gente del mundo occidental. 

– Escuchar hablar cantonés, pero no tener ningún problema de comunicación con los locales porque todos hablan inglés y está todo muy bien señalizado en ambos idiomas. 

– Sentir la proximidad con la cultura china, sin estar expuesto al sentimiento de agresividad que supe sentir cuando visité China hace 8 años atrás (en este momento estoy en el avión volando desde Hong Kong a China, Guilin, y ya les contaré mi experiencia en este nuevo contacto con la cultura china).  

-Aprovechar la parte cultural en galerías de renombre internacional que ofrecen exposiciones magníficas de artistas locales, regionales e internacionales. Ví una exposición de Jean Michel Basquiat en la Galería Gagosian y una exposición de Takashi Murakami en la Galería Perrotin, que me dejaron alucinado!. 

– Comí exquisita comida china, frituras, mariscos, y me tomé dos Dry Martinis que tanto extrañaba!!. Buenísimos!. 

 

 

 

 

COMIDA EN HONG KONG

… me dediqué a entrenarme para lo que seguía, China!… pero bastaaaaaante más limpio! ufff…