Si tuviese que pensar cuantas veces en mi vida me he despedido de tanta gente querida creo que no podría contarlo. Decir adiós es para mi una constante; hace años que viajo y conozco muchas personas en países diferentes que pasan a ser parte de mi vida. Amigos que se transforman en parte de mi camino y llegan para quedarse para siempre en mi corazón. Es por eso que me cuesta poco despedirme y decirles adiós, porque sé y siento que no se van, porque sé que a quienes elijo los elijo para llevarlos conmigo siempre, aún cuando la distancia física nos separe. Cuando digo adiós siempre pienso que es un adiós pasajero, porque siempre lo digo convencido que volveré a encontrarlos. En pocos días «irei embora de Sao Paulo», y en esta ciudad dejaré momentáneamente muchos amigos queridos, amigos que se han transformado en parte de mi «familia», amigos que sé que siempre estarán aquí y allí para mi.
Despedidas…
11
