El regreso. Volando hacia Paris.

 

 

Escribo desde el avión. Un vuelo de doce horas y media desde Bangkok hasta Paris, de Asia a Europa, de oriente a occidente, del calor al frío, y de tantas otras cosas más. Todo acaba y que suerte que es así. Eso me hace más consciente y dueño de mi  mismo.

Francia será un tránsito de algunos días para continuar mi jornada hacia Sao Paulo, y definitivamente hacia Uruguay. Una visita calurosa a mis sobrinos en Lyon será el primer paso de reencuentro con mi familia y mi vida. Le seguirá la gran Sao Paulo, donde el reencuentro ser¡guirá con mi querida Anja y tantos amigos que hoy forman parte de mi familia brasileira. Finalmente, como prometido, unas Navidades en Uruguay junto al resto de mi familia, y allí sí, el ancla final de este viaje que comenzó cuando dejé Montevideo el 15 de marzo pasado. 

Podría escribir tantas páginas en el blog o más de las que ya escribí durante toda esta experiencia en Asia contando como me siento. Sin duda el contenido de mi aprendizaje personal se irá decantando a medida que vaya retomando mi vida occidental con los míos y en ¨lo conocido¨. Quizás muchas cosas cambien, quizás no, pero lo cierto es que de una u otra forma yo he cambiado. Y me encantará ir descubriéndolo de a poco, ajustándolo y adaptándolo a mis relaciones y a mis rutinas.

He cambiado por dentro y posiblemente ni yo y mucho menos los que me conocen lo percibamos. Luego de tantos meses fuera me pregunto como será el reencuentro con las personas queridas, con lo conocido, con lo que siempre fue mi círculo de control y confort. No lo sé exactamente, parecerá inicialmente normal y habitual, como me lo ha parecido cada una de las dos veces que me encontré con Celso y Marcela. Pero en mi fuero íntimo llevo un conjunto de vivencias que seguramente condimentarán mi vida y mis relaciones. 

En esta primera evaluación que quiero compartir con este diario y con quienes me han seguido a través de él agradezco, como intento hacerlo a diario, por la posibilidad que he tenido de iniciar y finalizar tan bien esta fase de mi vida. Agradezco lo aprendido conjuntamente con quienes físicamente me acompañaron en algún momento del viaje: mi tío Raúl, Celso y finalmente Marcela, así como los compañeros que fui encontrando en el camino: Doris, Nelson, Shige, entre tantos otros. Agradezco a quienes me acompañaron emocionalmente, desde esta lectura, desde la reflexión y la oración. Agradezco a los que no están y también me acompañaron, sin duda presentes en tantos momentos de esta experiencia. Agradezco a ese Dios que también me ha acompañado y me ha enseñado a estar más cerca de sí y de mi mismo.   

 

4 comentarios en “El regreso. Volando hacia Paris.

  1. Querido Juancho, te esperamos con todo nuestro amor y deseamos que tu regreso y reencuentro sea como tu lo deseas.
    Te queremos mucho

  2. Y yo agradezco a la vida y a Dios poder ser parte de tu camino y poder contar contigo y disfrutarte !! Te esperamos amigo del alma

Deja un comentario