Camboya – La gente de Angkor

Conocer y visitar Angkor fue realmente maravilloso. Lógicamente, siempre es bueno deambular con la fantasía a flor de piel para conseguir imaginar la grandeza de aquella época y la vida de quienes lo habitaban. 

Reyes, nobles, religiosos, trabajadores, guerreros, soldados, bailarinas, artistas y pobladores, todos ellos y muchos otros más formaban parte de la vida de estos edificios de los que hoy sólo vemos ¨piedras¨e imaginamos formas. Aún asi grandioso y sin duda alguna digno de ser considerado una maravilla del mundo. 

 

 

Procesiones y fiestas en la zona de templos, escenarios muchas veces conmovedores. 

 

 

 

Actualmente Angkor está lleno de turistas, guías y vendedores ambulantes que ofrecen todo tipo de artesanías y souvenirs. Los niños y jóvenes se acercan a vender con un tono de voz que luego de algunas horas se torna pesado. Un tono de sufrimiento, de melancolía, de tipo ¨me ayuda¨, pidiendo un dólar y negociando lo que sea. Su aproximación como la de todos en esta región es siempre educada y correcta, pero muchas veces excesiva para los que visitamos y queremos tener un encuentro histórico y de fantasía que con los ambulantes cuesta conseguir.

No faltan los ¨tuk tuks¨ que sin duda acaban siendo el mejor medio de transporte para andar por la zona y disfrutar la naturaleza escapando de los autobuses turísticos. 

 

 

 

 

 

Angkor es TODO para el orgullo camboyano, y sin duda para el orgullo de todos los que sentimos que aún fuera de nuestra tierra política, estos tesoros son parte del pasado de toda la humanidad.

 

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