Camboya – ¨lo bueno, lo malo y lo detestable¨

Inicialmente planifiqué mi viaje en Camboya al igual que en la mayoría de los países del sudeste asiático. Pensé en dedicarle un mínimo de 15 días para conseguir sentir el sabor de su cultura y aprender algo de su historia. Sin embargo también planifiqué en dejar Camboya como ¨itinerario más flexible¨ para contemplar una estancia mayor en Vietnam o en Tailandia, o incluso para ajustar fechas e incluir un otro país. Finalmente eso fue lo que hice; acorté mi plan camboyano y también tailandés para incluir un regreso a Japón. De eso ya hablaré más adelante.

Lo importante que Camboya se transformó en un corto viaje de apenas ocho días en el cual decidí optar por destinos quizás más turísticos y circuitos más populares. Elegí visitar su capital, Phnom Penh, y luego escapar directamente hacia uno de los destinos más populares y aún así más interesantes del país y de la historia del sudeste asiático, Angkor, al noroeste del país, cerca de la actual ciudad de Siem Reap.

En estos pocos días y en un recorrido bastante turístico pensé que no me sería fácil comprender el perfil camboyano, su gente, su pasado y su presente. Sin embargo escribo convencido que me llevo un intensivo de su espectacular y cruda historia, que sin duda alguna se refleja en las caras de cada uno de los camboyanos que conocí y con los que tuve la oportunidad de interactuar durante mi visita. Aprendí que detrás de esos vagos conocimientos que solemos tener cuando asociamos al país a la guerra de Vietnam, se esconde la historia de un imperio que llegó a ser el mayor y más importante en la historia de la región. Ese mismo imperio Khmer de los siglos VIII a XII que se desvaneció para más tarde transformarse en la historia cruel y desgarradora de uno de los genocidios más importante de la historia de la humanidad.

Camboya es un país que me ha trasmitido la grandiosidad de una civilización hoy inexistente, el dolor de su tremendo pasado reciente y la poca claridad de su futuro. Me ha costado encontrar fortalezas en su gente que parece estar inmersa dentro de una realidad que se presenta tan débil y delicada, tan aparentemente poco prometedora. 

 

 

AQUÍ MÁS QUE NUNCA, HABLEMOS DE SU HISTORIA

Ante todo, muy importante hablar de la historia de Camboya para conocer y comprender al país. Me atravería a afirmar que quienes me leen sepan lo mismo que yo del mismo, por lo cual quisiera compartir un resumen que seguramente ayudará a sentir algo de lo que yo sentí.

Siempre soy partidario de dedicar un tiempo a la lectura de algún libro que rápidamente consiga ayudarme a entender el pasado de cada uno de los países que visito. Lo escuché de un turista chino que conocí en Guilin, un señor que dejó su país y hace años que vive en Canadá. Frente a cada uno de mis comentarios sobre mis vivencias en su país, el hombre intentaba responderme con explicaciones de base histórica que me dejaban pensando y lograban suavizar mis sorpresas culturales. ¨Muchacho; para comprender al pueblo y su cultura hay que primero conocer su historia!¨, me decía y no le faltaba razón!.

Lo ¨bueno¨, lo ¨malo¨ y lo ¨detestable¨ es una forma muy simple de resumir el pasado del país. Las cosas parecían ir bien y muy bien en los primeros años, luego el apogeo del imperio de Angkor que durante más de cuatro siglos dominó sin rivales la región. A posteriori llegó lo malo; desde el siglo XIII el crecimiento de sus vecinos thais y vietnamitas se fueron comiendo el país hasta que llegaron los colonizadores franceses para ¨protegerlos¨ (textualmente!). En el siglo XX llegó lo detestable; una brutal guerra civil que desembocó en el genocidio de los Khmer Rouge durante los años 1975 a 1979, que dejaría un nuevo caos y constantes guerras y guerrillas donde el terror y la masacre se sucedieron hasta los primeros años del nuevo siglo. Hoy, dicen que Camboya está recuperándose… pero me fue muy difícil percibirlo.

La etnia conocida como Khmer siempre fue mayoría en las tierras camboyanas. En sus inicios, los antiguos Khmers eran como los romanos del sudeste asiático. Construían ciudades que conectaban a través de rutas comerciales. Los chinos los describían como feos y oscuros que andaban por allí semi desnudos… Camboya ocupaba las tierras que hoy son el sur de Vietnam, la actual Tailandia, Laos y otras tierras del norte. Como en todos sitios, un conjunto de reinos autocráticos y estados que luchaban entre sí y estratégicamente se mezclaban para alcanzar objetivos comerciales y de poder. Antiguamente, según relatos chinos, al principal reino se lo conocía con el nombre de Funan. 

Desde sus incios y hasta aproximadamente el siglo VIII los Khmers adoptaron tradiciones y veneraron deidades de la religión hinduista (Shiva y Vishnu) y sus ritos se vieron influenciados por sus emblemas, como por ejemplo la ¨linga¨ (totem fálico) que se encuentra en todos los templos de Angkor. Los Khmers eran hábiles ingenieros que conocían como irrigar sus tierras para desarrollar vastas extensiones de plantíos de arroz y otros comodities como especias y piedras preciosas que comerciaban con chinos, indios, quizás con romanos y el imperio persa.

Imperio de Angkor (VIII a XII).

Ya en el S. VIII y con bajo la influencia de hábiles reyes, el imperio Khmer tenía una extensión considerable y se encontraba bastante más unido. Siempre reconocidos por sus conocimientos hidráulicos y comerciales, los Khmers llegaron a ser el mayor imperio del sudeste asiático. 

Sus varios reyes construían templos cada vez mayores para legitimar su poder y venerar a sus Dioses, primero Vishnu, Shiva y Brahma mientras adoptaron la religión hinduista, y luego a Buddha, cuando ya en el siglo XI y XII se transformaron en budistas. 

Interesante esta foto que tomé en el museo que muestra la extensión de este imperio y en dentro del mismo, en un color menos claro, define la extensión de la Camboya actual. Vaya diferencia!. 

 

Del Imperio de Angkor podría escribir decenas de párrafos que al menos hoy llevo ¨fresco¨ en mi mente, luego de haber visitado sus ruinas y sus principales templos y construcciones durante cinco días. Rey tras Rey construía sus templos para sus Dioses, sus familiares e incluso como sus propios mausoleos para demostrar su poder y su grandeza unos sobre los otros. Los templos eran la parte principal de sus ciudades que trasladaban de un sitio a otro para legitimar su poder. 

 

Pero como todo es impermanente, también los grandes imperios decayeron y desaparecieron dando lugar a nuevas realidades. Ya en el S. XII Angkor comenzó a verse amenazado por diferentes crisis, algunas de lucha de poder internas y otras externas. Los altos gastos de muchos de sus reyes en la construcción de magníficas ciudades y el mal manejo de sus recursos hídricos, sumado a los conflictos religiosos por los cambios de religión hinduista a budista que desembocaban muchas veces en guerras civiles fueron los principales factores internos que aceleraron la caída. Sumado a esto, las amenazas externas de los belicosos thais que se fortalecían y deseaban las riquezas de sus vecinos, motivaron el abandono de Angkor y la migración de su pueblo hacia el sur, cerca de la actual Phnom Penh.

En los años siguientes estas debilidades del imperio provocaron también el desmembramiento de poder y el surgimiento de rivalidades dentro de las mismas dinastías. Unos y otros grupos acudían en búsqueda de protección y apoyo a sus voraces y cada vez más fuertes vecinos, vietnamitas y siameses (tailandeses), a los cuales les otorgaban diversas concesiones de territorio que fueron restando extensión y achicando el grandioso imperio.

Algunos se refieren a los siglos XV a XIII como la Era del Yo-Yo, en la cual los dos ¨tigres¨ se disputaban a pedazos de un lado a otro las tierras camboyanas. Incluso comentan que el destino del país consiguió mantenerse como tal especialmente durante el siglo XVIII por las preocupaciones de sus vecinos en asuntos de guerra contra los burmeses (en el caso de los thai) y de los problemas internos (en el caso de los vietnamitas).

Los franceses en Camboya.

El fin de esta canibalización camboyana por parte de sus vecinos llegó en 1863 cuando el Rey Norodom I firmó un acuerdo de protectorado con los franceses para literalmente estar protegidos y evitar un destino similar al que tuvieron los Champas del sur cuando fueron eliminados por los vietnamitas del norte. El vínculo se transformó posteriormente en una colonia que como con sus vecinos, los franceses mantuvieron incluso durante la segunda guerra mundial, aún durante la dominación japonesa.

Los territorios perdidos fueron renegociados y las fronteras con sus vecinos nuevamente definidas. La independencia de los franceses se firmó en 1954 cuando Francia finalizó el control de Indochina.

Guerras civiles, guerra de Vietnam y los Khmer Rouge.

A finales de la década de los sesenta Camboya se encontraba en medio de los problemas entre comunistas vietnamitas del norte, americanos y el surgimiento de grupos comunistas locales. Sihanouk, el que una vez fue rey y luchó para conseguir la independencia de los franceses y unificar su país, luego renunció como tal y siguió su carrera política independiente, acabando depuesto por sus rivales anticomunistas. Desde el exilio en Beijing, se unió al grupo de camboyanos revolucionarios Khmer Rouge (KR) para luchar contra el regimen de la oposición. Este fue el comienzo de lo que luego sería el movimiento KR.

La guerra de Vietnam también absorbió a los camboyanos como pasó con sus vecinos, y el país fue brutalmente bombardeado por americanos. Se lanzaron más de 500 mil toneladas de bombas, de las cuales más de 5 millones de artefactos se encuentran aún sin detonar enterradas en las tierras camboyanas ocasionando los horrendos problemas de víctimas como sucede en Laos. 

El fin de la guerra en 1975 con la rendición de Saigón coincidió también con la conquista de los KR de la capital de Camboya y el debilitamiento del regimen anticomunista opositor. Estos implementaron una de las restructuras más radicales y brutales que cualqueir sociedad pueda padecer. Su objetivo era una revolución para transformar al país en una cooperativa agraria dominada por los compesinos y así purificar a la población. Su líder principal, Pol Pot, un comunista aguerrido y asesino que sin piedad ordenó las mayores torturas a todos los opositores y ciudadanos que no estuvieran dentro de las reglas del partido. Durante casi cuatro años exterminó a más de dos millones de camboyanos y condenó a trabajos forzados al resto de la población separando las familias y censurando la religión. Hambrunas, enfermedades, epidemias, campos de concentración y supongo que atrocidades inimaginables sucedieron durante este regimen y genocidio.

Los Khmer Rouge que inicialmente apoyaron y lucharon con los vietnamitas comunistas del norte, acabaron enemigos y finalmente derrotados en 1978 por estos últimos que ocuparon el país. Aún luego de la retirada 11 años después, el país continuó con guerras civiles entre el nuevo regimen y los KR refugiados en la selva y en Tailandia. Se sucedieron varias décadas de violentos enfrentamientos y terrorismo que ni la ONU consiguió detener.

Recién en el año 2003 el país celebró sus primeras elecciones ¨democráticas¨… Por años ni la ONU ni las grandes potencias UK y US consiguieron que los Khmer Rouge no estuviesen presentes y representados en las mismas; es decir, aún luego de tan horrendo genocidio esta fuerza sigue viva y activa en la política del país. 

El Reino de Camboya, como llaman al país, tiene su monarca Norodom Sihamoni con una participación marginal en las decisiones del país. El primer ministro Hu Sen acabó de ser ¨reelecto¨y sigue gobernando el país luego de decenas de años, mediante elecciones o no, de todas formas nunca aparentemente legítimas y carentes de corrupción. El partido Cambodia´s People Party, que apoyan un comunismo moderno similar al de sus vecinos, controla la mayoría parlamentaria, todos ellos bastante cuestionables según las opiniones de las personas que conocí.

 

PHNOM PENH – CAPITAL DE CAMBOYA

LLegamos a la capital del país en lancha rápida desde Vietnam, recorriendo por más de cinco horas el río Mekong hacia el norte. Lógicamente aún persiste y se siente la rivalidad entre Camboya y sus dos países limítrofes, Vietnam y Tailandia, rezagos de las constantes conquistas y dominios que siempre han dejado al país vulnerable y marioneta de los caprichos y ambiciones de los mismos.

Camboya es un país pobre, muy pobre, de los más pobres del mundo y ¨a la cabeza¨ en su región. Con una población de aproximadamente 15 millones de personas y una tasa de crecimiento del 2% anual, de etnia principalmente Khmer, el país intenta salir de una historia reciente de conflictos atroces. La corrupción, la infraestructura, la salud y la educación son imaginables en un perfil de país como el descrito. Simplemente un dato que me llamó mucho la atención es la mortalildad infantil que tiene. Mueren 55 de cada 1000 niños que nacen (menos de 1 en Europa), principalmente por problemas de alimentación y enfermedades y carencia de asistencia médica adecuada. 

La mayoría del país es rural, y las ciudades principales se alimentan mayormente del ingreso del turismo que históricamente ha sido y sin duda continuará siendo, clave para su economía. Visitamos el país más de 3,5 millones de personas por año, claramente por el atractivo principal del país, los templos de Angkor. Estos están presentes en el orgullo de los camboyanos, lógicamente, en su dinero, en su bandera, en sus cervezas, en absolutamente TODO!. 

 

Más del 95% de los camboyanos son de etnia khmer (no se debe confundir esto con Khmer Rouge que es sólo un nombre del grupo revolucionario), le siguen la etnia vietnamita, indios y escasos musulmanos. De religión mayormente budista mahayana, similar a la practicada en Laos y Tailandia, y con una fuerte presencia animista que se refleja y se mezcla en sus costumbres y rituales, especialmente en las zonas no metropolitanas.

 

 

El sentimiento que traía desde Vietnam y de su impetuosidad y agresividad, fácilmente cambió desde la llegada al muelle de Phnom Penh. Claro que existe un abordaje a todo turista!. Somos el fruto de su principal ingreso pero aún así, el trato es siempre amable y respetuoso, mucho más tranquilo y con cierto sentido del humor. Uffffff…. respiré!.

La capital al borde del Mekong es una mezcla de arquitectura colonial francesa con innumerables templos de altos y puntiagudos techos que dan color y estilo a una ciudad que aún es baja y carece de altas construcciones. No dudo que comiencen a construirla y a llenarla de edificios modernos cuando de a poco el país consiga abrirse y flexibilizarse a las inversiones de los sedientos extranjeros!. Sucede así, siempre…

 

  

Amaneceres a las 5.30 AM frente al Mekong que desde temprano recibe en su paseo marítimo a los deportistas locales. Estos y otros transeúntes concurren a las clases de aerobics gratuitas de música estridente que se mezcla con los cantos hindúes y el llamado a la oración de las escasas mezquitas de la zona. El sol calienta fuerte desde las 6 AM, y a las 9.30 hs ya es insoportable!. Ni que decir al mediodía!.

 

 

En la ciudad visitamos el Palacio Real, magnífica construcción que entre todos sus edificios, cuenta con un templo de riquísimos tesoros y reliquias, imágenes y estatuas de Buddha en oro y diamantes, en jade, en plata, como jamás había visto. Este templo conocido como el templo de plata por su suelo cubierto de placas de ese metal, fue mantenido y salvado por los Khmer Rouge como forma de ¨demostrar su interés¨ por la cultura camboyana. Bueno, luego fue saqueado por los vietnamitas cuando conquistaron y ocuparon el país…

 

 

 

Deliciosa cerveza en un calor abrazador que en Camboya se bebe tradicionalmente con hielo y en jarras!. Parece increible, pero cuando uno se encuentra en un bar de locales no hacerlo es la excepción. Al final acabamos aceptando esta tradición que se acompaña con mariscos y otras frituras. 

Recorridos en los tradicionales tuk-tuk que son el principal medio de transporte local y de personas.

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario