Tibet TAR (Tibetan Autonomic Region) – Lhasa

TREN XINING – LHASA.

31 de Julio. 17 hs

Escribo desde la ruta de tren más alta del mundo, llamado Qinhai – Tibet Railway. Orgullo de los chinos, y sin duda alguna una obra de difícil construcción, ya sea por las condiciones climáticas (hasta -20 grados), la gran altura (falta de oxígeno) y lo inóspito de esta región. He embarcado en la ciudad de Xining, al norte de China. Luego de varias experiencias con nuevos y estrictos controles de documentación para extranjeros y tibetanos, así como un trato especialmente impetuoso por los agentes de policía que aparentemente controlan y trabajan en las empresas de transporte y comunicación, me encuentro a bordo en una jornada que llevará 24 horas de viaje hasta la ciudad de Lhasa. Así es, y para ello opté por el viaje supuestamente más confortable en una de las tres clases disponibles, y viajo en un camarote con otras tres personas, a mi lado y frente a mí en este preciso momento, obviamente compañeros de ruta chinos. Una madre con su hija que llevan ya 2 días en el tren viajando desde la costa este, y un joven que dormirá en la litera sobre la mía, que viaja solo desde hace casi un día. Camas de buen ancho para ser un tren. Me he aprovisionado de bastante peso en comida, fruta fresca, frutas secas, agua, leche, café en polvo, galletitas, y magdalenas. Estoy un poco cansado ya de los tradicionales noodles japo chinos…

Existen varias formas de llegar a Lhasa, capital del Tibet, situada al oeste de China, al norte de Nepal y Bhutan: por avión, por tierra o por tren. Meu amigo e pequeno mestrinho Krishna Das, me falou que o legal para chegar em Lhasa, é pegar o trem. E aqui estou seguindo seus conselhos meu querido amigo. O que acontece e que acho que a maioria dos passageiros sao chineses e nao tibetanos… Nao fui ainda ver o resto do trem, mas na estacao de Xining so distingui poucos locais e observei que tem só 4 de raca branca. Toman este tren más de 1 millón de personas, y lo que realmente consigue es dejar bien comunicado al Tibet con el resto de China.

El tren recorrerá la región del plateau por las zonas más bonitas del norte, y subiendo hasta alcanzar el paso Tanggu-la a 5072 metros de altitud. Supuestamente el tren tiene oxígeno a disposición aunque la cabina no está presurizada. En mi recorrido por Amdo he ido aumentando paulatinamente mi exposición a la altura, y así voy correctamente acostumbrándome a la falta de oxígeno. Lhasa está a ¨apenas¨ 3650 metros de altitud sobre el nivel del mar, así que unos días de tranquilidad en la ciudad antes de comenzar mi viaje con mi nueva compañera, me ayudarán a aclimatarme para luego seguir hasta el Monte Kailash, al oeste, en ascenso.

Para los extranjeros que visitamos el Tibet TAR, debemos tener contratados con una agencia de viaje local, un tour detalladamente determinado, con un guía y un conductor. Adicionalmente precisamos tener permisos especiales para turista emitidos por el gobierno y que demoran 17 días, e incluso son restrictos y cambian año a año. Hay momentos en que la región tibetana está cerrada para extranjeros, y depende del gobierno chino cuando puede ser visitada y con que requisitos.  Para los que viajamos fuera de Lhasa, precisamos otros permisos de extranjeros y permisos militares dependiendo de la zona a visitar. En mi caso, preciso de TODOS los permisos que se requieren en el Tibet!. Todos los tramita únicamente la agencia de viajes. No está permitido el turismo independiente.

 

 

31 de julio. 20.45 hs. 

Las cosas han cambiado!. Debo decir que estoy en el lujo del tren!. Han comenzado a pasar carritos con comida, todo chino obviamente, y claro que todo de pago. Ese olor a comida de avión-tren que no es muy apetecible. Luego comenzó el tránsito por los baños y los lavabos, que ya desde temprano están asquerosos. El tema de la higiene siempre ha sido un asunto importante para mí, y la verdad que en algunos países como Indonesia, y especialmente China, me tocan y bastante. Debo reconocer que en los pasados 16 días desde que estoy en China el tema es un destacado de mi día a día. Hay veces que no comprendo como pueden ser tan descuidados y mugrientos; desde los hoteles, los restaurantes, los medios de transporte, las calles, las casas de la gente, los comercios, etc. Por la calle es habitual ver como tiran la basura al suelo, ¨como si nada¨, aún habiendo baldes de residuos y papeleras. En los restaurantes a los que he ido más vale no mirar la cocina ni los baños, sino no como. Es cierto que hace unos días estoy en una zona no metropolitana, pero la experiencia en las ciudades ha sido peor. Dicho esto, aunque no he conseguido comer de maravilla como mi tío Raúl me contó, me he sentido siempre bien y hasta ahora todo funciona saludablemente. Mi dieta se ha transformado y como bastantes carbohidratos (noodles, galletitas, arroz, dumplings) y lo más posible de frutas frescas y secas. Las proteínas con los huevos cocidos en soja y vinagre, y algo de carne, que suele estar siempre acompañada de enormes cantidades de grasas, piel, vísceras, venas y no sé que más. Todo cortadito y cubierto de salsas.

Fui a caminar hasta el primer vagón del tren. Pasé un par de vagones como los que viajo, y ya los lavabos están atascados con comida. Basura acumulada en el suelo. Me encontré con el camarote de los aún aparentemente 4 europeos del tren además de quien escribe. Seguí hasta el restaurante, habían unos 10 funcionarios vestidos de uniforme sentados en las mesas, y las miradas se clavaron en mí. Comentarios, seguramente preguntándose hacia donde iba este extranjero o en que compartimiento estaba. Seguí mi camino de nuevo ¨como si nada¨. Pasé a la clase de únicamente asientos… bueno, asientos triples enfrentados de cada lado, total 6 personas frente a 6 personas, sin cama, no reclinable. Dejo que la imaginación del lector vuele e imagine los olores, los calores, la basura, ¨el caos en el orden¨!. Aquí viaja gente principalmente joven, bastantes tibetanos, y demás chinos. Continué luego de pasar 5 vagones repletos, en cada punta baños atascados y lavabos indescriptibles. Me topé con la clase intermedia, compartimientos abiertos de 6 literas cada una, bastante estrechas, con poco espacio, pero digamos que dignas.

Al regresar decidí proceder con la higiene bucal previa al sueño. De la muestra de lavabos escogí uno vacío con 3 piletas. Al minuto, un Sr. musulmán (chino musulmán se los llama Hui) comenzó a lavarse la cara, sonarse la nariz, escupir, y posteriormente a lavarse los pies en la pileta. Yo seguía en mi proceso de dientes. Enseguida, una Sra. Han (como se los llama a la mayoría de los chinos) con sus potes y vasos a lavar la loza en la pileta sobrante. En fin, hermosa experiencia cultural en medio de la higiene de un detallista!. 

A dormir!. Mañana más historias del tren!. 

 

1 de agosto. 09.15 hs. 

Una noche de sueño directo, casi 9 horas, no está nada mal para el ambiente!. Compartimos el camarote muy respetuosamente con mis amigas y amigo chino, a quien caaaaaaasi lo invito a dejar los zapatos fuera, del pestazo a pata que tenía. Pero decidí callar, y tomarlo como parte de la experiencia. Aumenté el A/C y con los super edredones que nos proporcionan, me metí en mi iglú!. 

La mañana comenzó a las 7 am con mis amigos preparando sus sopas, comiendo huevos y pepinos. Intenté dormir más en el iglú tan confortable y a las 8 am despejé mi cama que sirve de sillón para todos. Desayuno café con leche en polvo con agua hirviendo siempre disponible, costumbre china para sus tés y sopas. Nadie bebe café.

Durante la noche pasamos los picos más altos del viaje de hasta 5072 mts y ahora ya en la región tibetana comenzamos el descenso. Se siente una dificultad al respirar, una sensación de agotamiento por poco esfuerzo. El paisaje sigue siendo hermoso: el plateau tibetano es bien verde con montañas y elevaciones. Un sol fuertísimo y un cielo azul intenso. Manadas de yaks (típica especie de vacuno tibetano con pelos largos), ovejas, cabras con cuernos que parecen pequeños ciervos. A lo lejos carpas de tibetanos nómades que cuidan de sus animales. Recorremos una zona de lagos de aguas cristalinas, sagrados para los tibetanos y considerados sitios de peregrinación. A lo largo de la vía muchas veces cercada, se ven carpas militares con la bandera de China y militares en motos, así como un militar haciendo su rígido saludo en cada punto parada.

 

1 de agosto. 13.40 hs. 

Nos acercamos a Lhasa. Los niños de dos compartimientos vecinos no paran de sonreirme y decirme ¨Hello¨, como muchos otros niños que he conocido en el camino. Los chinos aprenden inglés en la escuela desde los 8 años, pero es claro que la educación está básicamente basada en lectura y escritura y no en hablarlo.

La mañana la he dedicado a leer y completar partes de los blogs anteriores. La verdad que mis compañeros de camarote han sido excelentes embajadores de su cultura, hemos jugado a las cartas (no sé como se llama el juego, pero he aprendido!), me han convidado con vitamina C y manzana, y he pedido a mi vecino que haga de gestor e interlocutor en la compra de agua!. 

Los paisajes han seguido similares; ese plateau interminable de pastos verdes y cortos, animales que parecen tener todo el territorio a disposición. Comenzamos a ver más asentamientos y pueblitos, así como casas aisladas. En ambos casos, las casas tienen un mástil con las banderitas de colores tibetanas y muchas otras con la bandera china, incluso algunos casos con ambas. 

El viaje no me ha resultado pesado, aunque ya mi cuerpo pide un cambio de hábitat!. Me quedo con la experiencia de un viaje diferente, en el cual aún desde mi iglú de máximo confort, he aprendido a convivir en un ambiente local chino. 

 

2 de agosto, Tibetan birthday!. 

Desde que comencé a soñar y planificar este viaje, el primer destino que me marqué fue donde pasaría mi cumpleaños. Y siempre fue Lhasa ese punto sobre el que articulé mis tiempos de viaje, mis destinos. Y aquí estoy, en Lhasa, un sitio tan emblemático y sagrado, tan lleno de energías contrapuestas, de naturaleza infinita. 

Es la primera vez que he pasado un cumpleaños sin familia o rodeado de los amigos de siempre. Es la primera vez que he pasado un día tan intenso donde inesperadamente y en minutos, los desconocidos se transforman en mi familia y en mis amigos. Es la primera vez que cosas y situaciones tan simples me emocionan tanto, me hacen sonreir, me hacen sentir tan vivo. 

Por la mañana, la primera emoción del día. Me tocaron la puerta de la habitación con una inesperada sorpresa: una tarta de cumpleaños, una postal escrita y unas velas en forma de flor. Los miembros del hotel donde me hospedo me deseaban ¨Many many happy returns of the day, may your life be full of happiness!¨. Les pedí que quería compartir con ellos ese presente, y quedamos para las 5 de la tarde. 

Quise que este día fuese para pasarlo en paz, sin máquina de fotos, sin tiempos, sin obligaciones. Hacer Kora (para los budistas tibetanos significa hacer un peregrinaje en sentido horario alrededor de los sitios u objetos sagrados, rezando, meditando y repitiendo mantras, con el ¨mala¨ en mano (especie de rosario con 108 cuentas)) por las calles y templos de Lhasa, siguiendo a los locales e intentando sentir dejándome llevar por la energía de su gente, de sus sitios sagrados, coloridos y llenos de pura luz. Un día de sol intenso que quema y brilla en el cielo despejado y azul.

Al regresar al hotel, me esperaba un grupo de sonrientes locales, algunos tímidos, otros más espontáneos. En el jardín, 4 ingleses, una pareja y su hija que viajan por el mundo como yo, que la noche anterior sin conocerme me invitaron a cenar en su mesa. Al otro lado, 5 chinos jugando cartas y fumando. Nunca me ha costado poner una sonrisa y conseguir formar grupos donde sólo hay extraños, y como este era mi momento, para este leonino fue absolutamente natural transformar el mismo en una fiestita de cumpleaños!. Me cantaron en tibetano, en inglés, en mandarín. Siguiendo la tradición tibetana, me pusieron uno a uno un Khatak en el cuello que luego algunos anudaron diciendo Tashi Delek (buena suerte). Esta bufanda de seda blanca se utiliza en momentos especiales (bienvenidas, ceremonias, nacimientos, aniversarios, etc) y simboliza el puro corazón de quien lo entrega, buena suerte y fortuna. Gorrito chino que no pude impedir y fotos, obviamente a los chinos les encanta, y con la ayuda de mi amiguita inglesa que me obsequió una carta ¨Dama de corazones¨, soplamos velas!. 

 

 

 

  

Por la tarde y luego de tan espontáneo y feliz festejo, recibí emails, mensajes y llamados de mi querida familia y amigos. 

Por la noche, ya tarde, decidí que un cumpleaños no podía acabar con una dieta de manzana y pan, así que me fui al restaurante Namasté, de cocina nepalí, india y local. Estaban cerrando la cocina, eran las 22 hs, pero con una sonrisa fácilmente conseguí que me asignaran una mesa. Egg curry, nan, spinach sautée y Lhasa beer!. No pasaron tres minutos que tenía sentados en mi mesa a dos jóvenes tibetanos que trabajan en el restaurante, ávidos de hablar inglés y comunicarse espontáneamente con este extranjero. Luego de las clásicas preguntas introductorias ¨where are you from¨, ¨what is your name¨, ¨where are you staying¨, el diálogo se transformó en una conversación de amigos de siempre, risas, experiencias, sinceridades. Al acabar de cenar, un trozo de tarta de chocolate con velas de los cuatro colores de las banderas tibetanas, un nuevo Khatak, y el resto del personal del restaurante a mi alrededor cantando nuevamente el HB local.  

Decidí quedarme y hacer compañía a todo el personal en su cena, los típicos tibetan noodles con carne de yak y vegetales, acompañados de más risas y muchas preguntas.

Ya tarde regresé caminando al hotel con mi Khatak blanco al cuello, recibiendo sonrisas y Tashi Delek de los pocos transeúntes que quedaban. Evidentemente reconocían a un extranjero que por algún motivo había sido localmente agasajado.

¿Qué más puedo pedir para este aniversario?. Fueron muchas las emociones que conseguí vivir intensamente; inmensos regalos de cariño y sonrisas de extraños que consiguieron hacerme sentir en casa aún del otro lado del mundo. Mensajes y charla con mi familia y amigos de varios continentes que me dieron todo el cariño y amor que nos une. Un día de cumpleaños que difícilmente jamás podré olvidar.

 

LHASA, días de ciudad

Los días que siguieron a mi aniversario los pasé en Lhasa, aprovechando la oportunidad para aclimatarme a la altura como debe ser, de a poco. Lhasa está a 3640 mts y en los próximos días camino al Monte Kailash pasaré varias veces por pasos de más de 5000 mts. Una vez en el Kailash, donde haré un trecking de 3 días, la altura asciende a más de 5500 mts y eso tendré que hacerlo caminando, con mochila en la espalda, y vaya saber como se porta el tiempo. Así que me tomo muy en serio el tema de la adaptación a la altura; de hecho cada día que pasa me siento más normal al respirar, me falta menos el aire. Sin embargo, cualquier esfuerzo físico brusco, me recuerda que no estoy al nivel del mar!.

He caminado bastante para conocer esta ciudad emblemática. Lhasa es una ciudad pequeña de menos de 600.000 habitantes, donde hoy el 50% son tibetanos y el resto chinos, 95% han y el resto hui (musulmanes). Una ciudad rodeada de montañas que en esta época del año están bastante verdes, algunas rocosas, otras con los picos aún nevados. Estamos en pleno verano, así que las temperaturas diurnas son bastante agradables si hay sol, frescas si está nublado. Felizmente el sol brilla todos los días y quema mucho; el cielo está super azul y se percibe una claridad increible. Los colores se ven intensos y el aire huele a aire puro, da la sensación que no hay contaminación ni polución. 

La ciudad es una mezcla de culturas, de gente, de razas, de idiomas, de todo. Desde las hermosas construcciones tibetanas que aún van quedando, paredes blancas y ventanas de colores, muchos colores, madera, a las nuevas y espantosas construcciones chinas todas idénticas, frías, que intentan ir dominando la ciudad y espandiéndola hacia fuera y hacia arriba. Afortunadamente aún son pocos los edificios altísimos que se han construído como lo hacen en todas las ciudades del país; me han contado que el centro de Lhasa está construído sobre un lago y por ello no pueden escavar para poner muchos cimientos. 

  

    

La gente en el barrio tibetano del centro de la ciudad, la zona del Templo de Jockart y Barkhor St, me hacen sentir en una tierra de inmensa fé y devoción. Los tibetanos son increiblemente religiosos; rezan realizando Kora caminando alrededor de los principales templos, monasterios, incluso de la misma ciudad. Hay varios circuitos de Kora a los que asisten diariamente por la mañana temprano y por la tarde, tibetanos de todas las edades con sus vestimentas clásicas, sus malas (rosarios) y sus ¨mane¨ (especie de ruedas que contienen mantras y textos sagrados que utilizan para rezar, haciéndolas girar en sentido horario, a la vez que repiten sus mantras, el clásico OM MANI PEDME UM). Es increible ver a la gente de mayor edad, curtidos por el sol de una vida, encorvados, con sus pocos dientes, fieles a sus rezos y prostraciones (arrodillarse y acostarse en el suelo con las manos unidas en señal de adoración) frente a los sitios sagrados.

    

En esta época del año está repleto de turistas chinos (el 99,9%, el otro 0,1 los pocos ¨aliens¨ que nos dejan visitar con inmensas restricciones esta tierra). Vestidos como para el polo aún con calor, muchos de ellos tapados con tapabocas y pañuelos para evitar el sol, no paran de sacar fotos de todo lo que ven, que obviamente les resulta diferente y extraño. Y hasta irrespetuosamente!. 

  

Poco quiero escribir aquí sobre lo que veo y especialmente siento. Me duele, me da rabia, me cuesta entender el pasado, más el presente y me entristece el futuro que le espera a esta cultura. 

Los tibetanos son simpáticos, sonríen con un gesto de cariño y ternura, hoy mezclado con miedo y más. 

 

 

  

Llegó mi compañera de viaje Doris, quien me acompañará en el resto de la jornada tibetana y compartiremos nuestro guía y chófer hasta que nos dejen en la frontera con Nepal el día 18. Una ¨world traveler¨ que ya hoy me alegra tenerla como compañera en una viaje tan especial. 

  

Visitamos el Palacio Potala, el que supo ser la residenia de los Dalai Lama y sede del gobierno. Hoy es simplemente un museo que se visita parcialmente. Visitamos el Templo Jokang, uno del los principales en el budismo tibetano. 

   

    

Salimos de la ciudad y visitamos dos monasterios en las montañas, Gan Dan y Drak Yerpa en los que cada día hay menos monjes. Igualmente espectaculares, aún cuando han sido destruídos durante la Revolución Cultural y hoy reconstruidos. Para llegar a los monasterios hacemos largas caminatas y disfruto de unas vistas increibles, en una naturaleza que habla de paz y sosiego, de meditación y grandeza. En uno de ellos, y enclavados en la roca de la montaña, me encuentro con un monje de 77 años que ha pasado sus últimos 34 años alli, meditando, casi en solitario, y obviamente, su vida entera viviendo como monje en otros monasterios. Le pregunto con respeto a través de mi guía cuales son sus palabras para alguien que ha vivido una vida tan diferente a la suya. Responde que debemos separar la mente del alma, y que durante las meditaciones y rezos no debemos dejar que nos invada. Agrega que debemos aprender a compartir con los demás, y siempre ayudar a quienes nos rodean. 

 

  

  

  

El último día en Lhasa, y coincidiendo con el Shotun Festival, visitamos otros dos monasterios y lo que fue el palacio de verano del Dalai Lama. Este festival que reúne a miles y miles de tibetanos de Lhasa y de la región, es un acto más de devoción y ofrenda a Buda. En los monasterios de Drepung y Sera, despliegan inmensos Thangka de colores sobre la montaña (pinturas tradicionales tibetanas). Junto con los locales, y en impresionante muchedumbre, caminamos hasta los thangkas acompañando a los tibetanos que se acercan a orar y llevar ofrendas. 

  

 

  

En el palacio de verano, asistimos a danzas y ópera tradicionales tibetanos, rodeados de colores y ánimo de fiesta que se extenderá durante 7 días, y a la que asisten y se reúnen en familia, algunos de ellos acampando por días. 

 

Todo se vive con tranquilidad, siempre con constantes e increibles controles por parte de la fuerza del orden que se hace sentir y no escatima recursos para mostrar su dominancia y presencia. 

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P.E.:  Interesante contar como los tibetanos una vez que fallecen y abandonan el cuerpo, creen en la reencarnación. Para ello los familiares del difunto de muerte natural, llevan el cuerpo a una especie de ¨carnicero humano¨ que se encarga de cortar el cuerpo en trozos y lo entrega nuevamente a sus familiares. Estos llevarán los restos a un Sky Burial (cementerio del cielo), generalmente en la cima de una montaña, donde depositarán los mismos para que los pájaros los ¨lleven al cielo¨, y así puedan ir al Nirvana. En el caso que se den muchas muertes juntas, como los pájaros no podrán llevarse tanta carne, arrojarán los restos a los ríos para que los coman los peces. Es por ello que en la dieta tibetana no se come casi pescado. El oficio de cortar los cuerpos, se transmite de generación en generación, es algo que se lleva en la sangre de padre a hijo, que desde chico aprende el oficio.

Esto parece mórbido, pero es real. También me han dicho que hay sitios donde lo han prohibido, aunque dudo que puedan prohibir una tradición tan culturalmente arraigada a las creencias religiosas.

Tibet – Amdo (pueblos de Labrang y Rebkong)

La región del Tibet actual es sólo una parte de lo que fue el Tibet hasta 1950. Inicialmente constituído por tres regiones, Uitseng (actual Región Tibetana Autonómica), Amdo (actual Qinghai, Gansu y Sichuan) y Kam (actual Sichuan y Yunnan). 6 millones de tibetanos aún ocupan el alto plateau, hablan tibetano y diferentes dialectos, y practican su religión conocida como Budismo tántrico o Tibetano. Básicamente es más místico que otras formas de Budismo, practican posturas rituales (mudras), repiten frases sagradas (mantras), arte sagrado (yantras) y rituales secretos de iniciación. Creen en la reencarnación  de sus lamas. 

UN POCO DE HISTORIA

Si pensamos en la historia de lo que fue este país, hoy políticamente parte de China, quizás podemos comprender alguna parte de lo que pasa en el presente y de lo que eventualmente podrá pasar en el futuro. En el siglo VII AD el imperio tibetano gozaba de importante fortaleza y llegaron a conquistar gran parte de territorios chinos del norte y tener el control de la conocida ruta de la seda. Ocupaban Nepal, Bhutan y hasta una pequeña parte de India. Tenían un ejército muy poderoso y conquistador. 

A partir del año 842 la región se fue quebrando en feudos, que con la creciente influencia del Budismo que venía desde la India aseguraría que los tibetanos nunca jamás saldrían de su alto plateau. En aquel momento se mezclaron los rituales de las creencias tibetanas indígenas pre-Budistas, conocidas como Bön. Hoy por ejemplo se mantienen costumbres Bön y se colocan banderas de los cuatro colores con mantras, circuitos de peregrinaje y paisajes sagrados.

Desde el S XIII ya comenzaron a mezclarse la política y la religión, y desde ese entonces se le llamó Dalai Lama a quien presidía el país. En 1950 China invadió el Tibet con la excusa de la liberación del feudalismo que vivían los tibetanos, y desde allí ha dejado de ser un país independiente. En 1959 luego de una importante revolución contra la política china de reforma de las tierras, el Dalai Lama y más de 80.000 destacados tibetanos, emigraron a la India, a Dharamsala en el norte, y hasta hoy desde allí representan al gobierno desde el exilio. 

Aunque la lucha por la independencia se ha transformado más en una lucha pacífica por la autonomía poco conquistada, el décimo catorce Dalai Lama contínua sus esfuerzos para mantener a un Tibet unido, y sigue siendo considerado y adorado como el líder de su pueblo. Aunque exista simpatía internacional por los tibetanos y su cultura, quizás poco sea el interés de la comunidad internacional por sobreponerla ante los intereses económicos que hoy implica la relación con la poderosa China. 

Los chinos han invertido en obras de infraestructura y desarrollo, escuelas, hospitales, imparables construcciones y transformación de sus ciudades en edificios y edificios que invaden la vista, tal como en cualquier otra ciudad de su extenso país. Esto también ha desplazado a muchos tibetanos de sus ciudades, o de a poco, los ha ido transformando en nuevos chinos.

Mayor control y presencia militar, limitaciones de expresión religiosa y un status secundario a los locales es parte de lo que aún intenta resisitir el pueblo tibetano. Un pueblo básicamente Budista, colmado de monasterios y templos llenos de monjes que dedican su vida a la meditación y a rezar siguiendo las enseñanzas de Budha.

 

ACLIMATÁNDOME AL TIBET.

Por ahora, les cuento que he visitado la región de Amdo, al este de la región tibetana autónoma. Hoy esta región está fuera del llamado Tibet, y pertenece a tres provincias chinas llamadas Qinghai, Gansu y Sichuan. 

Un encuentro con una nueva cultura, en una mezcla involuntaria aunque inevitable de chinos y tibetanos.

Estoy viajando con un guía local que me facilita mucho la comunicación y la comprensión de la realidad cultural actual de los tibetanos. He estado en varios monasterios y en un festival aquí en el pueblo de Rebckong (pueblo en China implica MUCHA gente!), muy interesante, rodeado siempre de naturaleza montañosa. 

En mis próximos días viajaré al norte, a Xining, y desde allí tomaré un tren que durante 24 horas de viaje me llevará a la región del Tibet actual, ciudad de Lhasa. Llegaré allí el 1/8 y luego de un par de días de descanso solo, me juntaré con una chica de Singapur, Doris, mi nueva compañera de viaje. Con ella pasaremos casi 20 días viajando por el Tibet con un guía y un chófer en un 4×4, visitaremos muchos pueblos y monasterios, festivales, intentaremos caminar en el Monte Kailash al oeste, y seguiremos hasta la frontera del Tibet con Nepal el 18/8.

El acceso a internet en los últimos días por esta zona es limitado, y lo será aún más cuando larguemos hacia el oeste. 

 

Haciendo Kora


 

Kora

  

 

 

 

 

  

  

 

  

 

 

 

 

 

 

  

Shaman recibiendo al Dios de la montaña


 

 

 

   

 

 

  

   

 

    

    

    

  

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(*) Tibetan Avalokitesvara : Bodisathva of the 11 heads and 1000 arms and eyes. The God that sees it all and helps all, incarnated as the Dalai Lama. 

China

Luego de pasar unos días en Hong Kong, sur de China, he seguido mi viaje hacia el norte. Ya había estado en China hace unos años visitando Shanghai y Beijing, y mi intención ahora es conocer el país que no conocí, la parte rural, fuera de las grandísimas ciudades (porque todas son enormes), y especialmente ver algo de la diversidad de culturas que se agrupan bajo este mapa político. 

Como ya hace 10 días que estoy en China y no he escrito nada, es como que se me olvidan las experiencias y las cosas que voy viendo y viviendo!. 

Ya les escribiré más sobre China, pero realmente me ha significado un shock importante luego de visitar Japón. La gente es tan diferente, sus costumbres, el trato impetuoso típico de su gente, el desorden en el orden, la suciedad, la falta de atención y amabilidad excesiva de los nipones a la que me había acostumbrado… Pero reconozco que es su cultura y su forma de comunicación habitual, incluso entre ellos, y por tanto sólo debo adaptarme.

Por eso de a poco he aprendido a convivir con una cultura bien particular y diferente, y a recordar lo que en otros países de este viaje de una u otra forma ya había experimentado. 

Poco sé de la historia china, pero creo que debería aprender mucho para comprender como actúan hoy. He tenido la oportunidad de conocer gente local en cada sitio que he visitado y de a poco me han ido enseñanado particularidades de la gente, de su vida, y me han explicado quizás, porque me sorprenden varias de las reacciones de su gente.

Desde Guilin al sur, viajé un poco más al norte a Xian, y luego más al noroeste a la ciudad de Lanzhou, a menos de 200 kms del último terremoto del pasado lunes. 

Desde Lanzhou he comenzado un viaje diferente por la zona de Amdo, hoy llamada con nombres de otras provincias chinas, pero que en su momento fueron parte del Tibet. 


SÓLO UN POQUITO DE HISTORIA.

China tiene tanta historia que requeriría un estudio impresionante para entender las diferentes civilizaciones y dinastías que los historiadores marcan su comienzo en el año 4000 BC!. Momentos de paz, de crecimiento, de pobreza y de guerras han sido obviamente parte de la historia china con sus mejores y no tan buenos emperadores. Por siempre grandes comerciantes, invadidos por europeos a quienes debieron entregar concesiones y colonias (Shanghai (FR), Hong Kong (UK), Macau (PT), entre otras). La dinastía Qin será la última de tantas en China, y a partir de 1912 el país tendría una República por escasos 40 años. El mapa político de China actual fue principalmente formado en el S XVIII.

China no consiguió salir de su brutal pobreza, y el más del 80% de su población en áreas rurales nunca consiguió mejorar su bienestar durante la República y la segunda guerra mundial. Opositores comunistas lucharon por años hasta que en 1949 Mao Zedong proclamó el fin de la misma y la formación del PRC. Su deseo de controlar ideológicamente a la población se consolidó hasta formar por primera vez un país con un único e fuerte gobierno central. Durante su gobierno, la revolución cultural desde 1966 para neutralizar la posible economización y deseo de los jóvenes por crecer con un espíritu revolucionario llevó a importantes medidas de censura que duraron hasta 1969.

Con la muerte de Mao en 1976 su sucesor comienza a realizar paulatinas reformas de apertura a su rígido sistema, mejorando y promoviendo la participación comercial de los productores rurales y la formación de cooperativas. A partir de allí y hasta la actualidad, China ha intentado una apertura económica y cultural controlada para modernizar su sistema político y adaptarlo, aunque limitadamente, al mundo de hoy.

Aunque China sigue siendo un régimen comunista, algunos los son, la mayoría no. Los jóvenes con los que hablado manifiestan sus deseos de viajar libremente fuera del país, evolucionar económicamente e integrarse cada día más al mundo occidental…


CHINA HOY.

Uno de los países más poblados del mundo, con 1.34 billones de personas, de los cuales casi 800 millones son trabajadores activos. Hoy es la segunda mayor economía mundial y no para de crecer explosivamente, aún con cierta ralentización y baja de exportaciones. Los chinos tienen participaciones de deuda de los principales estados occidentales y en la mayoría de las empresas de infraestructura y multinacionales, a la vez que son dueños de muchas compañias de extracción de minerales en Africa. Militarmente superpoderosos, aumentan su presupuesto año tras año en defensa y principalmente en su obsesión por seguridad nacional. 

Al igual que en el resto de los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China), la riqueza está desigualmente distribuída, y se da la absurda polarización de clases con una clase alta enormemente rica, y en aumento. Crecimiento de la clase media con un incentivo en el consumo, pero que todavía no logra gastar y ahorra para cubrir las enormes insuficiencias del sistema de seguridad social.

China está compuesta por una mezcla de culturas y etnias (más de 56), aunque su mayoría, el 92%, son los llamados Han (los que conocemos e identificamso mayormente como chinos). Dentro de este grupo también existen diferencias y dialectos. El otro 8% de la población está compuesto por las otras 55 etnias, que se agrupan en el norte, oeste y suroeste del país. 

El 70% de los chinos son ateos, más del 20% son Budistas (Budismo llegó desde India en el 100 BC), y el resto se reparte entre minorías cristianas, taoistas y musulmanas.

Hasta el día hoy, los chinos Han sólo pueden tener un hijo, o solamente dos en el caso que los dos padres sean únicos hijos (pueden tener un segundo si nace fuera de China). Las otras etnias minoritarias no tienen esta restricción. En el caso de las familias rurales Han sólo pueden tener uno si el primer hijo es mujer. Los nacidos fuera de esta restricción no cuentan con el apoyo del gobierno para educación y seguridad social, y las familias están sujetas a impuestos mayores y multas. Aunque oficialmente no está promovido el aborto, los padres intentan asegurarse y reasegurarse de que su hijo será varón, ya que existen alegaciones de coerción para mantener los estándares de población controlados. El resultado de esta política lleva a que al día de hoy nazcan 18% más varones que mujeres, estimándose que si se sigue así, alrededor de 2020 35 millones de varones no consigan casarse (!)…

 

GUILIN

Siguiendo los consejos de Raúl, me fui hasta Guilin, una ciudad al sur de China, desde donde tuve la oportunidad de conocer maravillosa naturaleza y enclaves de montañas, conocer algo de su culinaria, de su gente. Lagos, pagodas, paisajes increibles. Un té especial, unos noodles de arroz típicos, y un calor bastante fuerte!. Una clase de práctica y filosofía de Tai Chi y una bicicleteada en medio de la naturaleza increíble!. 

Asistí a un espectáculo maravilloso  y colosal en un enclave de montañas y lagos, con más de 300 personas en escena, luces y colores, música… todo coordinado por quien organizó los juegos de Beijing. Allí viví una situación muy particular y difícil de entender, donde los espectadores chinos, hablan por celular durante el espectáculo, gritan, caminan, comen patas de gallina como popcorn, y se levantan 15 o 20 minutos antes de que el espectáculo finalice, y empiezan a irse. No hay aplausos, y cuando el show acaba, más de la mitad ya se ha ido. Imaginen lo que implica que miles de personas empiecen a pararse y caminar sin dejar ver, gritos, y los actores aún en su culminación artística!. Mucha bronca, y mucho más impotencia por no entender POR QUE tal falta de respeto hacia los espectadores y hacia los mismos actores. Especialmente en una obra colosal y única, que difícilmente creo que exista en esta magnitud y belleza en el mundo. 

Quizás aprendiendo que los chinos han estado acostumbrados a correr, a escapar, a no quedarse sin comida… Vivencias que los chinos de hoy han pasado en los últimos 50 o 60 años, en un país pobre, muy pobre, (y otros etc que hoy prefiero no especificar aquí ya que este  blog está parcialmente censurado en China) y que hoy está cambiando rápidamente. Quizás ese miedo al que hoy no se exponen los hace moverse, salir, correr, con miedo a no quedarse son asiento en el bus, de quedarse paar el final, no lo sé… Quizás hayan otras explicaciones…

 

 

 

XIAN

Visité esta ciudad para ver los famosos mausoleos de variso emperadores, y especialmente los famosos Guerreros de terracota del Emperador Qin Shihuang de la dinastía Qin (221 BC). Sin duda una obra maravillosa e impresionante, aún sin siquiera estar totalmente descubierta, porque no han conseguido escavar más que un tercio del total de guerreros que se esconden bajo tierra, y que formaban el ejército del Emperador. Estas estatuas de barro terracota, fueron construídas cuando el Emperador aún era jóven. En aquel entonces creían que luego de la muerte irían a otras vidas, y para ellos precisaban ser enterrados con sus protecciones, sus riquezas, etc. Este Emperador mandó construir más de 6000 figuras con la forma de su ejército, sus caballos, sus carruajes, y todo con un detalle impresionante que me ha dejado deslumbrado. Dejar volar la imaginación a tanto tiempo atrás, y ver una obra tan grandiosa, sin duda deja de boca abierta a cualqueira. 

Qué calor pasé, y cuánta gente!!!!!. Los chinos van a Xian a pasar sus días de vacaciones, y nada en China es pequeño. Todo es en grande, y especialmente la inmensidad de personas que se mueve en masas, gritando, empujando, sin una sonrisa espontánea, ni un gracias, ni un perdón!. A las ¨pechadas¨como decimso en Uruguay!!. 

En fin, es parte de la cultura que estoy viviendo y que tiene muchísimas cosas de las que puedo aprender.

 

 

Hong Kong

Siempre pensaba en China y me llamaba la atención el fenómeno político de Hong Kong. Un conjunto de pocas islas al sur de China, estratégicamente localizado, también conocido como el otro Gibraltar. Colonia inglesa por cientos de años, dominado por japoneses en la guerra, centro neurálgico en el comercio del opio, Hong Kong fue siempre disputado por ingleses y chinos, en manos de los primeros hasta 1997, hoy parte de los segundos, pero con cierta autonomía y diferencias en relación al resto de China. 

Hong Kong tiene una población de un poco más de 7 millones de habitantes, principalmente cantoneses, y una comunidad bastante importante de occidentales. Aporta más del 30% del foreign capital flow en China y tiene el sexto mayor PBI per cápita del mundo. Dividida en tres grandes regiones, Hong Kong, Kowloon y Nuevos Territorios, este país que acompaña su bandera a la bandera china, tiene su fuerte en el comercio internacional y en los negocios financieros. En época de colonia inglesa, Hong Kong se fortaleció como la principal competencia de Shanghai como plaza financiera. Hoy la gran mayoría de bancos y empresas multinacionales financieras están establecidas en la isla. 

Actualmente los hongkees tienen una relación muy importante con ¨mainland China¨, política y comercial, y a la vez mantienen un vínculo muy estrecho con los ingleses. Tienen su propio gobierno vinculado y elegido por chinos, su propia moneda (HK dólar), y su propio pasaporte. Los chinos no pueden ir a HK sin un visado, los hongkees sólo pueden entrar a China con un pase renovable cada 10 años. Hablan cantonés e inglés, y no siempre les simpatiza ser llamados de chinos, aunque políticamente sin duda lo son. Izan su bandera siempre junto con la China. 

 

¿Qué se ve en Hong Kong?

Edificios, edificios y más edificios!. Torres y rascacielos modernos que construyen un skyline realmente de película!. Un escenario de neons y colores que llaman la atención a cualquier turista que recién llega a la ciudad.

Tiendas, shoppings, hoteles, galerías, restaurantes y todas las marcas de lujo del mundo occidental. 

Una hermosa bahía colmada de barcos comerciales y de pasajeros.

Gente, gente y más gente!. Luego de mi estadía en Japón pensé que Hong Kong sería un respiro de multitudes… Pero no sólo me equivoqué, sino que también me llegó hasta incomodar. Tantos millones en una superficie ten pequeña, y especialmente concentrados en la ciudad que crece limitadamente y hacia arriba, transforma a Hong Kong en un hormiguero de personas que se desplazan de arriba a abajo, de lado a lado de las islas, y que inevitablemente acabas encontrando en todas partes. 

Existe una parte de Hong Kong un poco más libre de población y construcciones, pequeñas islas con algunos pueblecitos de pescadores, y la zona de nuevos territorios con algunas playas bonitas. 

Un aeropuerto gigantesco, escala obligada de todas las grandes aerolíneas del mundo. Nuevamente invasión de tiendas y marcas, gasto gasto y gasto…

 

 

 

 

 

 

Hong Kong: contrastes orientales y occidentales.

Llegué a Hong Kong con ganas de conocer este lugar oriental con condimento occidental. Sin duda la mayor atracción de este país para mí durante este viaje fue sentir esa mezcla de culturas. 

– Estar en Asia, pero rodeado de costumbres y gente del mundo occidental. 

– Escuchar hablar cantonés, pero no tener ningún problema de comunicación con los locales porque todos hablan inglés y está todo muy bien señalizado en ambos idiomas. 

– Sentir la proximidad con la cultura china, sin estar expuesto al sentimiento de agresividad que supe sentir cuando visité China hace 8 años atrás (en este momento estoy en el avión volando desde Hong Kong a China, Guilin, y ya les contaré mi experiencia en este nuevo contacto con la cultura china).  

-Aprovechar la parte cultural en galerías de renombre internacional que ofrecen exposiciones magníficas de artistas locales, regionales e internacionales. Ví una exposición de Jean Michel Basquiat en la Galería Gagosian y una exposición de Takashi Murakami en la Galería Perrotin, que me dejaron alucinado!. 

– Comí exquisita comida china, frituras, mariscos, y me tomé dos Dry Martinis que tanto extrañaba!!. Buenísimos!. 

 

 

 

 

COMIDA EN HONG KONG

… me dediqué a entrenarme para lo que seguía, China!… pero bastaaaaaante más limpio! ufff…

 

 

 

 

 

Fotos de Japón (de Kyoto a Aomori)

Aquí compartiré fotos de los varios sitios que visité. Muchas de ellas quizás consiguen expresar en parte lo que intenté escribir en los previos blogs de Japón. Espero que sí, muchas veces una imagen vale más que muchas palabras!. 

 

KYOTO

 

KOYASAN 

Ciudad que concentra la mayor cantidad de templos y monasterios budistas del Japón, en un enclave de montaña cercano a Tokyo. 

Nos hospedamos en un monasterio y compartimos con los monjes sus meditaciones y cantos. Vida de ryokan, baño compartido, comida tradicional, austeridad en un enclave maravilloso y minuciosamente arreglado.

En Koyosan se encuentra un cementerio donde muchos japoneses quieren ser enterrados, cerca de la única persona también enterrada ahí, un maestro, que sabrá como interpretar las palabras de Buddha cuando regrese. 

En Koyosan nos separamos con Raúl, uno siguió para un lado, otro para el otro!. Costó para mí y mucho, pero era lo que tocaba. Era el comienzo de una nueva fase del viaje. 

 

 

 

 

 

 

NARA

Ciudad que llegó a ser capital política y religiosa de Japón, hoy alberga muchos templos de aquel entonces, ya que nunca fue destruída por la guerra. Jardines y templos. 

 

 

OSAKA


Una de las principales ciudades de Japón, totalmente destruída en la guerra mundial, hoy ciudad de edificios modernos y neones. Los restaurantes y comercios como en toda gran ciudad de Japón, son en edificios y cada piso es un comercio diferente. Todo es en vertical en altura, y en ascensor. Shopping inmensos, interminables, un al lado del otro. 

Las grandes ciudades se construyen hacia arriba, pero también hacia abajo, y con pisos y pisos subterráneos, Las estaciones de trenes y metro, son interminables hormigueros de gente y pasillos, comercios y servicios que parecen nunca acabar.

Por suerte los japoneses son los reyes de la señalización, la información y hasta el ecceso de detalles. Tienen material ilustrativo de TODO, y en varias versiones!!!. Para ir a cada lugar, recomiendo que antes de salir, tener claro cual es la salida de la estación más cercana al destino, porque puede haber más de 20 salidas!.

Juventud y tradición, vida nocturna y gran actividad financiera.

Rival de Tokyo, llamada por estos de japoneses ¨latinos¨!.

Experimenté un servicio de corte de pelo como jamás lo había hecho. Caro, claro está, pero dentro de los parámetros locales. Al llegar, como no hablaban inglés, me entregaron rápidamente un cartel diciendo que no podían darme el servicio porque no hablaban más que japonés. Parece que es habitual este problema, porque era un cartel ya preparado!!. Pero, previendo y ya un poco experiente, salí de mi hoel con mi propio papel escrito en japonés por la recepcionista. En el mismo decía: ¨quiero que me corten el pelo corto y más corto por los lados y nuca. Les mostraré una foto en el celular de como lo quiero. Por favor muéstreme alguna revista con fotos de otros cortes similares, ya que me gustaría innovar con algún tipo de corte más local¨. Dicho y hecho!!!. Sonrisa va sonrisa viene, no esperaban mi contraresto!. El corte fue acompañado de masajes, té, relax y música todo a mi elección!. 

No pensaba ir, y acabé encantado!. 

 

  

 

KANAZAWA 

Ciudad milenaria de templos y jardines, palacios y tradiciones. 

Históricamente ciudad de Geishas, mujeres educadas especialmente y de forma muy estricta para entretener a los hombres, con uegos, música, comida, risas, sin sexo. En el momento que se enamoran automáticamente dejan de ser Geishas. No pueden tener sentimientos amorosos y compromisos con ningún hombre.

  

  

  

COSTA OESTE DE JAPÓN (mar de Japón)


Decidí viajar hacia el norte, a buscar un poco de sosiego de las grandes ciudades y el Japón milenario. Opté por recorrer la costa oeste en tren hacia la ciudad de Aomori, desde donde dejaría la isla principal del archipiélago para ir hacia Hokaido. Isla al norte, tradicionalmente habitada por Ainus, los indígenas locales, hoy casi inexistentes (desplazados y tratados por los mismos japoneses como marginados. Hoy ya respetados y con sus derechos, sólo que como en todos sitios, casi ni se ven…). 

En el camino al norte, tierras de montañas y plantaciones de arroz, costa bellísima, parques nacionales y poco más!. Belleza visual!. 

 

  

  

  

  


Mi viaje por Japón

Mi ruta.

Estuve 21 días aprovechando visitar localidades fuera de Tokyo. En tren de un sitio al otro, utilizando un pase especial comprado en el exterior a mejor precio y definido especialmente para vistantes, pude recorrer el país del centro al centro sur, y luego al norte. Regiones llamadas Kansai y Hokkaido fueron mis opciones.

Estas fueron las ciudades y los sitios que visité (en este orden):

 

Tokyo – Kyoto – Koyasan – Nara – Osaka – Kanazawa – Akita – Aomori – Hakodate – Sapporo – Asahikawa – Daisetsuzan Park – Wakanai – Rebun to –  (y de regreso: Sapporo – Hakodate – Tokyo).

 

En cada sitio viví y descubrí lo mejor!. Me propuse probar todo lo que encontrase interesante, y lo que no. 

– Visité las ciudades principales del centro-norte de Japón, Kyoto, Osaka, Sapporo, pruebas de una sociedad que crece y se expresa con su arquitectura super moderna y su vida artística, cultural y de la moda. Al mismo tiempo, tradiciones y templos y altares que hablan de una cultura sabia y fiel.

 

– Visité y me hospedé en sitios típicos como los Ryokan: casas de huéspedes que existían antes que los hoteles de hoy, donde se duerme en cuartos separados por paredes de papel, en el piso sobre colchonetas sobre las esteras de tatami, y en baños comunes por sexo, todos desnudos como si fuese una sauna, siguiendo un ritual milenario en piscinas de aguas hirviendo.

 

 

 

– Me hospedé en monasterios budistas como Koyasan, donde se congregan los principales monasterios busditas de Japón. Allí con Raúl vivimos la experiencia intensiva con los monjes y sus hábitos religiosos y culinarios, apreciando jardines llenos de detalles y significado religioso y espiritual.

– Estuve en el norte en los famosos Onsen, que son baños termales de aguas subterráneas, con piscinas hirviendo también por sexos. Es una tradición de los japoneses tomar baño público, ya sea previo a los Onsen (termas), o los llamados Sento (baños de ciudad). Cada sexo tiene su baño, que tiene sus duchas y piscinas calientes. Primero debes desnudarte, dejar tu ropa en un locker y seguir hacia la zona de baño. Frente a todos, te sientas frente a esas duchas, y te bañas durante el tiempo que quieras, sentado (con tu vecino haciendo lo mismo a menos de 1 metro de distancia). Luego de limpio, te metes en las distintas piscinas o bañeras de aguas tibias, calientes o hrviendo, y entras y sales las veces que te apetezca. Puedes combinarlo con saunas y descanso en bancos o reposeras al aire libre (en pleno frío!). Luego te secas, te afeitas si quieres, te vistes y te vas. Hombres y mujeres por separado, todos en Japón respetan esta tradición que se lleva de generación en generación. 

 

– Visité parques naturales de los más importantes de Japón, y tuve la posibilidad de ver volcanes activos en ambientes naturales y primaverales espectaculares.  

– Comí todo tipo de pescados crudos y algunos cocinados, partes y subpartes de los animales de mar que mejor no preguntar!.

– Fui hasta la isla más al norte de Japón llamada Rebun, cerca de Korsakov (Rusia), donde admiré una cultura local y natural espectacular, vida de isleños y Japón profundo.

– Medité en templos budistas que me dejaron absolutamente impresionado por sus energías y su magnificencia. Coonocí decenas de templos, monasterios, altares y lugares sagrados para el budismo japonés. 

 

 

 

 

 

 

  

– Conocí la costa oeste, poco famosa entre turistas, pero bellísima y tradicional.

– Utilicé todos los medios automáticos habidos y por haber, desde los tickets machines en las estaciones hasta los bidet electrónicos con música, agua caliente y asiento calefaccionado.

Luego regresé a Tokyo para un intensivo de despedida de 8 días para culminar mi viaje con ya cierto conocimiento cultural, no menos importante, y de idioma (bueno, algunas expresiones y salidas de aprietos!!). Vi unos museos de arte contemporáneo japonés muy interesantes, y leí bastante sobre el movimiento Kawai (arte basado en el mangá y animation japonés -quien se interese por esto me pregunta que los japoneses son los creadores de esta cultura que hoy arrastra millones por el mundo -), el proyecto Kaikai Kiki de Takashi Murakami y demás artistas, las obras de Yoshitomo Nara, y los eventos de Gesai (Art Fairs basadas en presentaciones de artistas japoneses, tipo Art Basel Miami). 

Ahh!!. Como es típico aquí y pasión en los japoneses, me metí en un karaoke y acabé cantando con un grupo de japoneses borrachos que intentaban decirme que yo cantaba fantásticamente… eso entendí, yo también tenía unas cervecitas encima!. 

Además, conocí personas interesantes que de una u otra forma me mostraron su país, su cultura y principalmente me mostraron como es un japonés. 

Pero todo esto se resume en lo que comentaba en el blog anterior, en un vibrar intenso en una cultura que no dejó de sorprenderme, de enseñarme, en la que siempre me sentí libre y seguro, bien acogido, y a la que aliento a todos a conocer mejor. Así como creo que los japoneses precisan conocer nuestra cultura latina, más espontánea, no tan rígida, y dejarse llevar por lo que sienten y menos por las normas, nosotros también precisamos aprender mucho de sus valores, de la forma que respetan al otro y a la naturaleza.

Comparto algunas de las cientos de fotos que me llamaron la atención en todo este recorrido!. 

Arigató Gozaimassssssss!!!!!!. 

 

Japanese food

Comida japonesa? Enseguida pensamos en sushi. Sí, pero sushi es sólo un tipo de las tantas comidas de este pueblo. 

La base en el pescado y en los frutos de mar, el cerdo, el arroz, el ramen (sopas de fideos noodles de varios tipos), los huevos, el tofu, los pickles, y una infinidad de alimentos que  aún luego incluso de probarlos, no tengo ni la menor idea que son!. Productos deshidratados, productos secos, otros fritos, ni idea!. 

Algunas fotos quizás puedan decir más que mis conocimientos!.

 

 

 

JP deslumbrante!

3 de julio 2013

Reconozco que estoy perdido… sí!. Pero perdido del blog, no perdido de mí!.  Hace más de 10 días que viajo solo por Japón, y cada día me encuentro mejor. Me gusta mucho lo que vivo y lo que aprendo, me atraen las experiencias que se presentan y la gente con la que me encuentro. Siento que es fácil viajar aún como extraño, especialmente en un país que se encuentra cerrado en sí mismo. 

Seguramente no consiga irme de Japón y echarle manos al blog!. Creo que es una señal de que estoy muy bien y que preciso poca terapia!. Me encantaría poder compartir aquí todo lo que he visto, vivido, experimentado y sentido. Pero seguramente sea muy difícil hacerlo. Pero intentaré al menos dejar un resumen de emociones y vivencias, intentaré dejar un itinerario de tantos sitios que acabaré visitando y conociendo. 

Pero sin duda, me llevaré siempre conmigo todo lo que no he podido o querido escribir por dedicarme a otras cosas, me lo llevaré con el mejor recuerdo de un viaje único en esta cultura milenaria que me ha emocionado tanto.

 

Para ubicarnos muy rápidamente…

Japón, cultura milenaria. 128 millones de personas y una de las primeras potencias del mundo. Un país que se encuentra a la vanguardia de la moda, del arte, de la ingeniería, la arquitectura, de los negocios, y de muchas cosas más. Principalmente budistas. Nunca colonizados por otro imperio ni país. Guerras perdidas, bombas atómicas, país devastado, tsunamis, terremotos, que quizás nunca acabarán. En medio del Pacific Ring, junto con Filipinas, en zona geográfica crítica donde la Madre Naturaleza está siempre nerviosa y lista para expresarse.

Pero qué es realmente Japón?. Es una país que deslumbra, que deja de boca abierta incluso a viajeros que hemos conocido y vivido en varios países del mundo. Todo funciona como está previsto; todo lo que dicen que será, es; todo compromiso se cumple, todo servicio se realiza. Increiblemente planificados y organizados. Un control y una oferta de la información que jamás había vivido. Hasta conocer Japón pensaba que los suizos eran los seres más organizados y cumplidores del mundo. Jajaja… Japón, desde mi opinión, los supera, y con creces!.

Me cuesta resumir todo lo que aprendo y experimento. Si tuviera que simplemente decir que siento y pienso de Japón y su gente en pocas palabras, pondría las siguientes:

– Ordenados

– Detallistas

– Limpios y pulcros

– Honestos

– Cumplidores

– Serviciales 

– Extremadamente respetuosos

– Trabajadores

– Amables

– Disciplinados

– Ahorradores

– Simples

– Solitarios

– Cerrados en su propia cultura

– Muy auto-contenidos

– Altamente autoexigentes

– Mucho miedo al fracaso

– Educados y aferrados a su cultura milenaria, a su educación 

– En búsqueda de un cambio social…

 

Recuerdo siempre a los japoneses que viajan fuera de su país en grupos, con sus vestimentas clásicas y hasta a nuestro parecer ridículas. Uno detrás del otro y siguiendo al guía. Muchas fotos, silenciosos aunque con caras de exclamación y asombro. Quizás sea ese el japonés que conocemos fuera de Japón, y sin duda es el real. Intentaré compartir porque.

…….

15 de julio de 2013

Hoy día 15, como varios otros 15, es un día que toca viajar!. Luego de 32 días viajando por Japón, dejo este país e intento volver a mi blog. Me ha costado escribir, aún en este momento me cuesta, y mucho. Quizás porque no sé cómo empezar, no sé como resumir, no sé como contar todo lo que he vivido y experimentado. Porque ha sido mucho, y muy intenso. Y porque he sido egoista con quienes gustan de seguirme!. Sorry, como dicen aquí, I´m very sorry!. 

El país y su cultura ciertamente me han llamado muchísimo la atención, y me han encantado. De verás, pienso que nunca estuve tan acertado en no viajar antes a Japón cuando sólo podía dedicarle unos pocos días. En este viaje, le he dado la prioridad y será el país que más tiempo visite. Sin embrago, será el blog más escueto y menos detallado. Y de nuevo, estoy contento de haberlo hecho así. 

Japón ha sido una isla quizás en el total de los países de mi viaje por Asia. Un país que como decía en párrafos anteriores, lo tiene todo y puede todo, materialmente hablando. Un país que se ha contruído y reconstruído luego de guerras y desastres naturales, de los cuales aún son conscientes de que pueden volver a tenerlos con consecuencias fatales. Una historia de emperadores, samurais y tradiciones milenarias, donde el trabajo duro, la disciplina y la cadena de mando siempre han estado presentes en el día a día y han forjado su cultura y forma de ser.

 

Qué me llama la atención de Japón?

Me gusta ver que todo esté limpio, sin un papel tirado, de hecho no hay recipientes para basura en la vía pública. Al principio no lo entendía, luego creo que lo conseguí!. La basura la llevan consigo hasta su casa, ocasionalmente podrán tirarla en algún tacho que encuentren en algún restaurante, pero nada va al suelo. Y luego, todo se recicla. No hay suciedad en las paredes de las vías públicas, no hay grafittis, no hay basureros, no hay ríos sucios. Todo tiene su lugar para la expresión, y sus impuestos, claro!. Nunca ví un camión de basura recogiendo desperdicios, y claro que los hay, pero los que ví, parecían más limpios que mi coche!. No sentí olor a podrido, ni a caño, y sin embargo comen muchas cosas bastante impresionantes y con el calor intenso del verano en las grandes ciudades creí que de eso no se librarían. Eso sí, me sorprendí con las bocas y la salud dental de muchos… y eso que comen principalmente pescado!. 

Todo es un orden y un detalle que impresiona. Dentro y fuera, los parques, los ríos, las pequeñas casitas, los edificios, los shoppings. Obsesivos por el detalle, por el producto perfecto, por la imagen ordenada. Aman el packaging!. Todo está envuelto minuciosamente. Cualquier producto tiene varios embalajes, aún unitariamente distribuídos. Compras algo en la tienda y sales siempre con bolsa, aún para un paquete de pastillas. Si compras comida, en cajitas delicadamente cerradas, embaladas, con sus accesorios para consumo (palitos, servilleta y toalla refrescante, condimentos, etc). Les encanta embalar todo, y como decía, luego cargan con su basura plástica!. 

Por las calles siempre te encuentras con gente de todas las edades y estilos con sus tapabocas. No son la mayoría, pero se dejan ver bien. Me pregunté muchas veces para qué lo llevaban. Jóvenes, adultos, niños, hombres y mujeres, todos sin distinción. Entiendo que se trata de un doble propósito, cuidarse de no contagiar o de no contagiarse. Una consciencia y educación que vuelve a sorprenderme. Incluso he visto grupos de muchachos bien jóvenes en bares y restaurantes con sus tapabocas, algunos sí y otros no, gente que jamás creería… En las esquinas de las calles no es infrecuente que te regalen paquetitos de pañuelos de papel. En los restaurantes, trenes, aviones, supermercados y almacenes, te ofrecen una toallita húmeda para que te limpies las manos. De hecho es difícil que usen muchas servilletas de papel; los pañuelos y las unitarias refrescantes son lo comun. Además de todo eso, los taxistas, los trabajadores en el tren, en los buses, usan guantes y blancos, y nunca los vi sucios!.

Además de lo aparente, lo mejor es lo que realmente comienzas a comprender cuando vas conviviendo y conociendo la cultura. Lo que hace a los japoneses lo que son, un pueblo con un respeto hacia el otro que la verdad nunca había visto ni sentido. Emociona sentirlo, emociona ver el comprometimiento que ponen en su servicio para asegurarse que tu estés bien y a gusto. Y entre ellos igual, quizás más aún. Si hay algo que no pueden darte, Sorry. Si dices que algo no te gusta, Sorry. Si el tren que precisas tomar no pasa por esa estación y te has equivocado, Sorry. Si no pueden darte lo que quieres, Sorry. Sorry, Sorry, Sorry, I´m very sorry. Todo es sorry, por todo piden disculpas, por todo tienen temor a defraudarte y que no estés satisfecho y feliz. Antes de venir a Japón había escuchado a Celso infinitas veces pidiendo perdón por cosas que ninguno pediría. Perdona por esto, lamento por esto otro, y así. Ahora comprendo un poco más de donde sale eso!!!. 

Y no solamente quieren que estés bien y contento, sino que no quieren errar, no quieren defraudarte. Muchas veces ni siquiera quieren hablarte para no errar porque no saben como expresarse o porque no saben con exactitud la respuesta a tu pregunta. Ese carácter latino nuestro es lo opuesto al japonés, en todo. La informalidad no existe, es más, es una ofensa.  

La amabilidad y la cortesía extrema no sólo se vive en los ryokanes (casas de huéspedes al estilo japonés) donde muchas veces es hasta excesiva. Reverencias, saludos en la puerta al llegar y al salir, despedidas en las que se quedan esperando hasta asegurarse que te has ido bien, servicio de atención en la comida con una ceremonia y unos procesos de delicadeza inimaginable, etc etc. LLama la atención, y luego hasta acaba siendo un poco ¨de más¨, al menos para mí, que en cada sitio que vas, sea que entres o que pases por la puerta, todo el personal desde dentro te dan la bienvenida con la palabra ¨Irashai masé!!¨ y luego no parar de decirte gracias ¨Arigató Gozaimas¨… desde el camarero, el del bar, el cocinero, TODOS!. En las tiendas, esto se vuelve excesivo por el volumen de sus gentilezas!. Lo que me ha costado entender es que los locales nunca responden con un gracias, o con una sonrisa. Están tan acostumbrados a este excesivo servicio, esperado ya, que me pareció hasta un poco de falta de respeto a quienes con un sonrisón y una amabilidad extrema los saluda y loc complace. La gente los ignora… y aún así, siguen y sigue con ese infinito buen humor y disposición. Bueno, y todo esto con la típica reverencia agachándose y cruzando las manos delicadamente.

Por la calle, y pese a su escaso inglés, intentan siempre ayudarte. Aunque deban parar su camino, aunque estén ocupados y corriendo. Siempre la atención y la amablidad son prioridad, y especialmente cuando se trata de un turista en busca de ayuda. Literalmente, se detienen de su actividad y se dedican a comprender tu necesidad, que vale decir que no siempre lo consiguen. Pero harán su mayor e inmenso esfuerzo por conseguir ayudarte, y hasta que no estén convencidos que estás en el buen camino, no te dejan. Te siguen, te acompañan al metro, usan su celular para llamar a alguien que habla inglés, para acceder al mapa, etc etc. Si es necesario te compran el billete de metro, y te dejan en la puerta del acceso. Todo con un gesto de cortesía y amabilidad no invasiva ni molesta. Yo me sentía demás confortable, y como siempre intento aproximarme con una sonrisa, eso ayuda y mucho!. Creo que existe un especial interés por los occidentales!. 

En uno de los tantos trenes que tomé en este viaje dejé olvidado mi celular. Un smartphone donde llevo todo, desde agenda, teléfono, cámara de fotos, archivos, etc etc. Al darme cuenta de tan inusual descuido y su consecuencia, entré en una especie de shock, que felizmente y para mi propia sorpresa, no duró más que escasos segundos!. Estaba en una ciudad, había dejado el celular en un tren que ya había partido hacia otra y allí mi teléfono. La gente del hotel, en seguida con sus escasos medios lingüísticos intentando ayudarme. Yo estaba en el norte de Japón, pocos turistas fuera de los locales, por lo tebto poco inglés. Diría que nada (esto llevará un buen párrafo explicativo). Entre dimes y diretes, marché a la estación y puse mi reclamo a las 21.30 hs. Me pidieron muchos datos, muchos detalles, y que regresara a las 23 hs. La verdad que siempre estuve tranquilo, estaba en Japón, y si en algún lugar del mundo la probabilidad de que apareciese era alta, allí era. A las 23 hs me informaron que habían encontrado el teléfono y que sería entregado al día siguiente a las 10.12 AM en ese mismo punto . Sí, 10.12 AM!!!. Pues así fue, llegó mi celular como corresponde, debidamente empaquetado y luego de varias preguntas para confirmar mi propiedad, me fue entregado. Sólo pensar si esto hubiese pasado en otro país, los nervios y la sonrisa del segundo posterior a mi casi parada cardíaca al darme cuenta de la falta, jamás hubiese existido. Creo que la honestidad y el temor a incurrir en algún problema los llevó a entregar mi aparato, sin siquiera dudarlo!. Qué formidable!. 

Creo que nunca me sentí mejor servido y atendido que en este país. Nunca una mala cara, jamás una subida de tono de voz, jamás una expresión de tensión. Cuando aprendemos que el cliente debe ser el centro de todo, aquí sin lugar a dudas lo es. Los japoneses están acostumbrados a un altísimo nivel de servicio, y quienes sirve tiene pánico si un cliente se manifiesta desconforme. En ese caso, se los ve nerviosísimos y corriendo de un lado al otro para ver como solucionan el inconveniente. La verdad, sólo lo ví con un cliente chino y conmigo mismo, en una situación de disconforto qeu acabé entendiendo y aprendiendo de ella. Me habían servido un pescado cocido en un restaurante en una isla al norte del país, allá perdida y solamente visitada por incluso algunos pocos locales, allá frente a Rusia. Ni una palabra en inglés en mis tres días de visita, lógico!. En fin, no hubo como hacrles entender que yo no como pescado cocido, y que simplemente prefería el sashimi o la sopa que le estaban sirviendo al de la mesa de al lado. El camarero consultó, una vez, dos, tres, y pedí que viniera el manager. Bueno, el manager era una señora qeu creo que jamás había oído inglés. No hubo forma, not possible, not possible!. Qué frustración la mía!. Era sólo que me cambiaran el plato, nada más simple, yo no quería ese pescado que ni siquiera había pedido!. Al final, me levanté y no les formé la cuenta por las bebidas, y fui a la recepción del hotel para intentar que me entendiesen. Todo en vano, no hubo comunicación!. Luego de bronquillas y unas cervezas, encontré que mi camarero hablaba algunas palabras más que lo normal de inglés. Él, la manager, la gente de la recepción del hotel, y el mismo dueño, estaban deprimidos porque no me habían podido complacer!. Preocupación que se hubiese arreglado con un trag gratis, un cambio de plato, o incluso una simple sonrisa. Pues no, en su cultura salir de lo planificado y establecido no es lógico, no hay excepciones, todo tiene que funcionar como está previsto. Al final pude comprender que no me cambiaron el plato por eso simplemente, porque no podían comprender que yo no quisiese pescado cocido, y porque nadie reclama por ese delicioso plato!. 

Un país tan rico que tiene todo lo que quiere materialmente, no demuestra jamás ostentar como estamso acostumbrados en occidente. Shoppings de inacabables plantas, marcas de las más prestigiosas, la oferta de lo que sea, está disponible en Japón. Sin embargo, lo que se ve y se siente es un pueblo bastante homogéneo, altamente trabajador y comprometido con sus deberes, pero jamás envdioso ni frustrado por no poder comprar esto o aquello. Nunca escuché hablar de dinero como el valor que le damos en otros países. Que Japón es muy caro, lo es, es incuestionable. Y muy caro también. Pero no sentí el excesivo materialismo que en un país con los medios que tiene Japón quizás siento. Me impresionó su perfil bajo, su simpleza, a la vez de su extravagancia.

Moda, tendencia, locura. Pelos de todas las formas, ropas las más llamativas y absurdas. Gente altamente elegante y otros que parecen fuera de sintonía. Vestidos con lo que sea, amantes de las tendencias y de la ridiculez (que por cierto no llama la atención ni se comenta!). Todos los días en las calles me quedé impresionado por lo que ví, lo que usan, como salen. Es una moda muy diferente a la occidental, muy de marcas, pero también muy de personajes de comics y mangá. 

    

 

En las calles de las grandes ciudades además de los anuncios de neon que brillan y destellan me llaman la atención los múltiples personajes y servicios que se ofrecen . Jóvenes ofreciendo su trabajo de Hostess, donde simplememte irán a beber un trago con su cliente o clienta y charlar de lo que sea. Generalmente jóvenes, y difícilmente acabe en sexo. La gente está muy sola, no tienen muchos amigos. Ellos no saben como tratar a las chicas, ellas no tiene amigos hombres. Los conocidos y amigos trabajan todo el día, es costumbre que se trabaje hasta muy tarde, tipo 22 o 23 hs, y no hay tiempo ni para molestar al colega!. Así que si quieres charlar y descargarte con alguien, contrata un hostess!. 

 

Los juegos de azar y las maquinas tragaperras abundan. Slots, arcades, games. Hasta altas horas y luego del trabajo, se ven a los adultos fumando y bebiendo y jugando en ese ruido ensordecedor de las maquinitas. En algunos barrios de Tokyo, edificios únicamente destinados a juegos de azar, por edades por cada piso. clin clin clin clin clin!!!!. 

Después del trabajo, se acostumbra salir con los colegas a beber, a comer y a buscar diversión con chicas. Shows, delicadas y muñecas prostitutas están a la orden para complacer al hombre que precisa desahogar sus energías. En grupo es mejor, hombre siempre con hombres, chicas con chicas, pero siempre transmitiendo que el sexo masculino aún tiene una cierta predominancia social. Triste, pero es así. El tema de la diversión con el otro sexo está bastante organizado; una cosas son las chicas de pago con derecho a cama, otra es la compañía de una hostess, otra es la de las chicas que hacen shows, y otra, muy milenaria, es el de las Geishas. Estas eran mujeres altamente educadas y entrenadas minuciosamente para divertir a los hombres, tocar instrumentos musicales, realizar juegos, cantar. Nunca más que eso, un servicio que hoy es altamente costoso, hay menos de 1000 Geishas y Maikas (estudiantes de Geishas) en todo Japón.

Esto me hace pensar  en los solitarios que se encuentran…. aún con sus familias esperándolos, prefieren el trabajo de largas horas (de hecho es absolutamente una regla en toda empresa trabajar y trabajar MUCHO), la salida con colegas, los amigos de ilusión, las sonrisas de persecusión. 

La principal barrera que encontré es el idioma. Los japoneses no están obligados a aprender otros idiomas, y si no lo eligen, difícilamente sepan alguna vez hablar inglés. Ese ha sido la barrera principal que he encontrado en esta experiencia; no porque yo no hable varios idiomas, sino porque ellos no saben comunicarse si no es en su lengua. Tuve la oportunidad de visitar una escuela internacional en la ciudad de Sapporo al norte de Japón. Bueno… internacional porque era el nombre de la escuela!!. Era un domingo y los jóvenes en sus uniformes estaban preparando un festival que la semana siguiente celebrarían. La comunicación con ellos en el ambiente informal de mi visita fue a base de un inglés báscio y la compañía de dos estudiantes que me fueron asignadas para recorrer y conocer la escuela. Las chicas hablaban bastante bien, pero sin ellas, creo que la comunicación con la mayoría de los adolescentes hubiese sido aún más limitada.

En sitios turísticos y en grandes ciudades es más fácil, aún no comun. He actuado mucho, utilizado la mímica y las expresiones exageradas y repetidas para conseguir condimentar mi comunicación. Este problema conjuntamente con el Japón de siempre, el milenario, el cerrado a recibir turistas en masa, el que tiene miedo de expresarse, está llamando la atención de muchos jóvenes que sienten un atraso de su país con el mundo actual. No hay más que ver a la gente en la calle como solamente están apegados a sus teléfonos, todo es tecnología. Sin embargo, cuando deberían estar abriéndose al mundo, su educación los limita.  No consiguen expresarse, tienen miedo a decir lo que piensan, es falta de respeto ser diferente. Escuché decir que en varios círculos se refieren a Japón como a las Galápagos, unas islas milenarias, aisladas, con criaturas históricas,  que parecen haber quedado en el pasado.

Por suerte me encontré con distintos jóvenes que sienten esa necesidad del cambio, de la abertura, de la revolución, de salir del esquema del sistema que los encajona y no los deja crecer. Sienten las limitaciones culturales, la presión social, y como los países vecinos, especialmente China, camina a pasos agigantados en su abertura con el mundo. Precisan de un líder que los una y que consiga expresar lo que sienten.. Me hace feliz que al menos lo sepan y lo estén sintiendo, porque en vez de avanzar, muchas vaces parece que siguen en el pasado. 

JP deslumbrante!

3 de julio 2013

Reconozco que estoy perdido… sí!. Pero perdido del blog, no perdido de mí!.  Hace más de 10 días que viajo solo por Japón, y cada día me encuentro mejor. Me gusta mucho lo que vivo y lo que aprendo, me atraen las experiencias que se presentan y la gente con la que me encuentro. Siento que es fácil viajar aún como extraño, especialmente en un país que se encuentra cerrado en sí mismo. 

Seguramente no consiga irme de Japón y echarle manos al blog!. Creo que es una señal de que estoy muy bien y que preciso poca terapia!. Me encantaría poder compartir aquí todo lo que he visto, vivido, experimentado y sentido. Pero seguramente sea muy difícil hacerlo. Pero intentaré al menos dejar un resumen de emociones y vivencias, intentaré dejar un itinerario de tantos sitios que acabaré visitando y conociendo. 

Pero sin duda, me llevaré siempre conmigo todo lo que no he podido o querido escribir por dedicarme a otras cosas, me lo llevaré con el mejor recuerdo de un viaje único en esta cultura milenaria que me ha emocionado tanto.

 

Para ubicarnos muy rápidamente…

Japón, cultura milenaria. 128 millones de personas y una de las primeras potencias del mundo. Un país que se encuentra a la vanguardia de la moda, del arte, de la ingeniería, la arquitectura, de los negocios, y de muchas cosas más. Principalmente budistas. Nunca colonizados por otro imperio ni país. Guerras perdidas, bombas atómicas, país devastado, tsunamis, terremotos, que quizás nunca acabarán. En medio del Pacific Ring, junto con Filipinas, en zona geográfica crítica donde la Madre Naturaleza está siempre nerviosa y lista para expresarse.

Pero qué es realmente Japón?. Es una país que deslumbra, que deja de boca abierta incluso a viajeros que hemos conocido y vivido en varios países del mundo. Todo funciona como está previsto; todo lo que dicen que será, es; todo compromiso se cumple, todo servicio se realiza. Increiblemente planificados y organizados. Un control y una oferta de la información que jamás había vivido. Hasta conocer Japón pensaba que los suizos eran los seres más organizados y cumplidores del mundo. Jajaja… Japón, desde mi opinión, los supera, y con creces!.

Me cuesta resumir todo lo que aprendo y experimento. Si tuviera que simplemente decir que siento y pienso de Japón y su gente en pocas palabras, pondría las siguientes:

– Ordenados

– Detallistas

– Limpios y pulcros

– Honestos

– Cumplidores

– Serviciales 

– Extremadamente respetuosos

– Trabajadores

– Amables

– Disciplinados

– Ahorradores

– Simples

– Solitarios

– Cerrados en su propia cultura

– Muy auto-contenidos

– Altamente autoexigentes

– Mucho miedo al fracaso

– Educados y aferrados a su cultura milenaria, a su educación 

– En búsqueda de un cambio social…

 

Recuerdo siempre a los japoneses que viajan fuera de su país en grupos, con sus vestimentas clásicas y hasta a nuestro parecer ridículas. Uno detrás del otro y siguiendo al guía. Muchas fotos, silenciosos aunque con caras de exclamación y asombro. Quizás sea ese el japonés que conocemos fuera de Japón, y sin duda es el real. Intentaré compartir porque.

…….

15 de julio de 2013

Hoy día 15, como varios otros 15, es un día que toca viajar!. Luego de 32 días viajando por Japón, dejo este país e intento volver a mi blog. Me ha costado escribir, aún en este momento me cuesta, y mucho. Quizás porque no sé cómo empezar, no sé como resumir, no sé como contar todo lo que he vivido y experimentado. Porque ha sido mucho, y muy intenso. Y porque he sido egoista con quienes gustan de seguirme!. Sorry, como dicen aquí, I´m very sorry!. 

El país y su cultura ciertamente me han llamado muchísimo la atención, y me han encantado. De verás, pienso que nunca estuve tan acertado en no viajar antes a Japón cuando sólo podía dedicarle unos pocos días. En este viaje, le he dado la prioridad y será el país que más tiempo visite. Sin embrago, será el blog más escueto y menos detallado. Y de nuevo, estoy contento de haberlo hecho así. 

Japón ha sido una isla quizás en el total de los países de mi viaje por Asia. Un país que como decía en párrafos anteriores, lo tiene todo y puede todo, materialmente hablando. Un país que se ha contruído y reconstruído luego de guerras y desastres naturales, de los cuales aún son conscientes de que pueden volver a tenerlos con consecuencias fatales. Una historia de emperadores, samurais y tradiciones milenarias, donde el trabajo duro, la disciplina y la cadena de mando siempre han estado presentes en el día a día y han forjado su cultura y forma de ser.

 

Qué me llama la atención de Japón?

Me gusta ver que todo esté limpio, sin un papel tirado, de hecho no hay recipientes para basura en la vía pública. Al principio no lo entendía, luego creo que lo conseguí!. La basura la llevan consigo hasta su casa, ocasionalmente podrán tirarla en algún tacho que encuentren en algún restaurante, pero nada va al suelo. Y luego, todo se recicla. No hay suciedad en las paredes de las vías públicas, no hay grafittis, no hay basureros, no hay ríos sucios. Todo tiene su lugar para la expresión, y sus impuestos, claro!. Nunca ví un camión de basura recogiendo desperdicios, y claro que los hay, pero los que ví, parecían más limpios que mi coche!. No sentí olor a podrido, ni a caño, y sin embargo comen muchas cosas bastante impresionantes y con el calor intenso del verano en las grandes ciudades creí que de eso no se librarían. Eso sí, me sorprendí con las bocas y la salud dental de muchos… y eso que comen principalmente pescado!. 

Todo es un orden y un detalle que impresiona. Dentro y fuera, los parques, los ríos, las pequeñas casitas, los edificios, los shoppings. Obsesivos por el detalle, por el producto perfecto, por la imagen ordenada. Aman el packaging!. Todo está envuelto minuciosamente. Cualquier producto tiene varios embalajes, aún unitariamente distribuídos. Compras algo en la tienda y sales siempre con bolsa, aún para un paquete de pastillas. Si compras comida, en cajitas delicadamente cerradas, embaladas, con sus accesorios para consumo (palitos, servilleta y toalla refrescante, condimentos, etc). Les encanta embalar todo, y como decía, luego cargan con su basura plástica!. 

Por las calles siempre te encuentras con gente de todas las edades y estilos con sus tapabocas. No son la mayoría, pero se dejan ver bien. Me pregunté muchas veces para qué lo llevaban. Jóvenes, adultos, niños, hombres y mujeres, todos sin distinción. Entiendo que se trata de un doble propósito, cuidarse de no contagiar o de no contagiarse. Una consciencia y educación que vuelve a sorprenderme. Incluso he visto grupos de muchachos bien jóvenes en bares y restaurantes con sus tapabocas, algunos sí y otros no, gente que jamás creería… En las esquinas de las calles no es infrecuente que te regalen paquetitos de pañuelos de papel. En los restaurantes, trenes, aviones, supermercados y almacenes, te ofrecen una toallita húmeda para que te limpies las manos. De hecho es difícil que usen muchas servilletas de papel; los pañuelos y las unitarias refrescantes son lo comun. Además de todo eso, los taxistas, los trabajadores en el tren, en los buses, usan guantes y blancos, y nunca los vi sucios!.

Además de lo aparente, lo mejor es lo que realmente comienzas a comprender cuando vas conviviendo y conociendo la cultura. Lo que hace a los japoneses lo que son, un pueblo con un respeto hacia el otro que la verdad nunca había visto ni sentido. Emociona sentirlo, emociona ver el comprometimiento que ponen en su servicio para asegurarse que tu estés bien y a gusto. Y entre ellos igual, quizás más aún. Si hay algo que no pueden darte, Sorry. Si dices que algo no te gusta, Sorry. Si el tren que precisas tomar no pasa por esa estación y te has equivocado, Sorry. Si no pueden darte lo que quieres, Sorry. Sorry, Sorry, Sorry, I´m very sorry. Todo es sorry, por todo piden disculpas, por todo tienen temor a defraudarte y que no estés satisfecho y feliz. Antes de venir a Japón escuché a Celso infimitas veces pidiendo perdón por cosas que ninguno pediría. Perdona por esto, lamento por esto otro, y así. Ahora comprendo un poco más de donde sale eso!!!. 

Y no solamente quieren que estés bien y contento, sino que no quieren errar, no quieren defraudarte. Muchas veces ni siquiera quieren hablarte para no errar porque no saben como expresarse o porque no saben con exactitud la respuesta a tu pregunta. Ese carácter latino nuestro es lo opuesto al japonés, en todo. La informalidad no existe, es más, es una ofensa.  

En uno de los tantos trenes que tomé en este viaje dejé olvidado mi celular. Un smartphone donde llevo todo, desde agenda, teléfono, cámara de fotos, archivos, etc etc. Al darme cuenta de tan inusual descuido y su consecuencia, entré en una especie de shock, que felizmente y para mi propia sorpresa, no duró más que escasos segundos!. Estaba en una ciudad, había dejado el celular en un tren que ya había partido hacia otra y allí mi teléfono. La gente del hotel, en seguida con sus escasos medios lingüísticos intentando ayudarme. Yo estaba en el norte de Japón, pocos turistas fuera de los locales, por lo tebto poco inglés. Diría que nada (esto llevará un buen párrafo explicativo). Entre dimes y diretes, marché a la estación y puse mi reclamo a las 21.30 hs. Me pidieron muchos datos, muchos detalles, y que regresara a las 23 hs. La verdad que siempre estuve tranquilo, estaba en Japón, y si en algún lugar del mundo la probabilidad de que apareciese era alta, allí era. A las 23 hs me informaron que habían encontrado el teléfono y que sería entregado al día siguiente a las 10.12 AM en ese mismo punto . Sí, 10.12 AM!!!. Pues así fue, llegó mi celular como corresponde, debidamente empaquetado y luego de varias preguntas para confirmar mi propiedad, me fue entregado. Sólo pensar si esto hubiese pasado en otro país, los nervios y la sonrisa del segundo posterior a mi casi parada cardíaca al darme cuenta de la falta, jamás hubiese existido. Creo que la honestidad y el temor a incurrir en algún problema los llevó a entregar mi aparato, sin siquiera dudarlo!. Qué formidable!. 

Creo que nunca me sentí mejor servido y atendido que en este país. Nunca una mala cara, jamás una subida de tono de voz, jamás una expresión de tensión. Cuando aprendemos que el cliente debe ser el centro de todo, aquí sin lugar a dudas lo es. Los japoneses están acostumbrados a un altísimo nivel de servicio, y quienes sirve tiene pánico si un cliente se manifiesta desconforme. En ese caso, se los ve nerviosísimos y corriendo de un lado al otro para ver como solucionan el inconveniente. La verdad, sólo lo ví con un cliente chino y conmigo mismo, en una situación de disconforto qeu acabé entendiendo y aprendiendo de ella. Me habían servido un pescado cocido en un restaurante en una isla al norte del país, allá perdida y solamente visitada por incluso algunos pocos locales, allá frente a Rusia. Ni una palabra en inglés en mis tres días de visita, lógico!. En fin, no hubo como hacrles entender que yo no como pescado cocido, y que simplemente prefería el sashimi o la sopa que le estaban sirviendo al de la mesa de al lado. El camarero consultó, una vez, dos, tres, y pedí que viniera el manager. Bueno, el manager era una señora qeu creo que jamás había oído inglés. No hubo forma, not possible, not possible!. Qué frustración la mía!. Era sólo que me cambiaran el plato, nada más simple, yo no quería ese pescado que ni siquiera había pedido!. Al final, me levanté y no les formé la cuenta por las bebidas, y fui a la recepción del hotel para intentar que me entendiesen. Todo en vano, no hubo comunicación!. Luego de bronquillas y unas cervezas, encontré que mi camarero hablaba algunas palabras más que lo normal de inglés. Él, la manager, la gente de la recepción del hotel, y el mismo dueño, estaban deprimidos porque no me habían podido complacer!. Preocupación que se hubiese arreglado con un trag gratis, un cambio de plato, o incluso una simple sonrisa. Pues no, en su cultura salir de lo planificado y establecido no es lógico, no hay excepciones, todo tiene que funcionar como está previsto. Al final pude comprender que no me cambiaron el plato por eso simplemente, porque no podían comprender que yo no quisiese pescado cocido, y porque nadie reclama por ese delicioso plato!. 

Un país tan rico que tiene todo lo que quiere materialmente, no demuestra jamás ostentar como estamso acostumbrados en occidente. Shoppings de inacabables plantas, marcas de las más prestigiosas, la oferta de lo que sea, está disponible en Japón. Sin embargo, lo que se ve y se siente es un pueblo bastante homogéneo, altamente trabajador y comprometido con sus deberes, pero jamás envdioso ni frustrado por no poder comprar esto o aquello. Nunca escuché hablar de dinero como el valor que le damos en otros países. Que Japón es muy caro, lo es, es incuestionable. Y muy caro también. Pero no sentí el excesivo materialismo que en un país con los medios que tiene Japón quizás siento. Me impresionó su perfil bajo, su simpleza, a la vez de su extravagancia.

Moda, tendencia, locura. Pelos de todas las formas, ropas las más llamativas y absurdas. Gente altamente elegante y otros que parecen fuera de sintonía. Vestidos con lo que sea, amantes de las tendencias y de la ridiculez (que por cierto no llama la atención ni se comenta!). Todos los días en las calles me quedé impresionado por lo que ví, lo que usan, como salen. Es una moda muy diferente a la occidental, muy de marcas, pero también muy de personajes de comics y mangá. 

En las calles de las grandes ciudades además de los anuncios de neon que brillan y destellan me llaman la atención los múltiples personajes y servicios que se ofrecen . Jóvenes ofreciendo su trabajo de Hostess, donde simplememte irán a beber un trago con su cliente o clienta y charlar de lo que sea. Generalmente jóvenes, y difícilmente acabe en sexo. La gente está muy sola, no tienen muchos amigos. Ellos no saben como tratar a las chicas, ellas no tiene amigos hombres. Los conocidos y amigos trabajan todo el día, es costumbre que se trabaje hasta muy tarde, tipo 22 o 23 hs, y no hay tiempo ni para molestar al colega!. Así que si quieres charlar y descargarte con alguien, contrata un hostess!. 

Los juegos de azar y las maquinas tragaperras abundan. Slots, arcades, games. Hasta altas horas y luego del trabajo, se ven a los adultos fumand y bebiendo y jugando en ese ruido ensordecedor de las maquinitas. En algunos barrios de Tokyo, edificios únicamente destinados a juegos de azar. por edades por cada piso. clin clin clin clin clin!!!!. 

Después del trabajo, se acostumbra salir con los colegas a beber, a comer y a buscar diversión con chicas. Shows, delicadas y muñecas prostitutas están a la orden para complacer al hombre que precisa desahogar sus energías. En grupo es mejor, hombre siempre con hombres, chicas con chicas, pero siempre transmitiendo que el sexo masculino aún tiene una cierta predominancia social. 

Esto me hace pensar  en los solitarios que se encuentran…. aún con sus familias esperándolos, prefieren el trabajo de largas horas (de hecho es absolutamente una regla en toda empresa trabajar y trabajar MUCHO), la salida con colegas, los amigos de ilusión, las sonrisas de persecusión. 

La principal barrera que encontré es el idioma. Los japoneses no están obligados a aprender otros idiomas, y si no lo eligen, difícilamente sepan alguna vez hablar inglés. Ese ha sido la barrera principal que he encontrado en esta experiencia; no porque yo no hable varios idiomas, sino porque ellos no saben comunicarse si no es en su lengua. En sitios turísticos y een grandes ciudades es más fácil, aún no comun. He actuado mucho, utilizado la mímica y las expresiones exageradas y repetidas para conseguir condimentar mi comunicación. Este problema conjuntamente con el Japón de siempre, el milenario, el cerrado a recibir turistas en masa, el que tiene miedo de expresarse, está llamando la atención de muchos jóvenes que sienten un atraso de su país con el mundo actual. No hay más que ver a la gente en la calle como solamente están apegados a sus teléfonos, todo es tecnología. Sin embargo, cuando deberían estar abriéndose al mundo, su educación los limita.  No consiguen expresarse, tienen miedo a decir lo que piensan, es falta de respeto ser diferente. Escuché decir que en varios círculos se refieren a Japón como a las Galápagos, unas islas milenarias, aisladas, con criaturas históricas,  que parecen haber quedado en el pasado.

Por suerte me encontré con distintos jóvenes que sienten esa necesidad del cambio, de la abertura, de la revolución, de salir del esquema del sistema que los encajona y no los deja crecer. Sienten las limitaciones culturales, la presión social, y como los países vecinos, epspecialmente China, camina a pasos agigantados en su abertura con el mundo. Precisan de un líder que los una y que consiga expresar lo que sienten.. Me hace feliz que al menos lo sepan y lo estén sintiendo, porque en vez de avanzar, muchas vaces parece que siguen en el pasado.